El ‘lead-time’ es uno de los conceptos anglosajones que manejamos desde hace más tiempo y con mayor solvencia. No llega al nivel de la palabra ‘stock’, pero para los que nos movemos en los ámbitos operativos, es muy usual y común.
Plazo de Entrega
Cuando lo traducimos al español, lo asociamos a ‘plazo de entrega’. Hasta aquí, todo perfecto; pero el problema aparece cuando queremos saber qué plazos o qué tiempos lo configuran. Se acostumbra a mirar únicamente a los tiempos operativos, pero hay más tiempos a analizar, porque no olvidemos que el ‘lead-time’ es una suma de diferentes tiempos.
Veamoslo desde un punto de vista transversal, recorriendo la cadena de valor básica de nuestra compañía:
- Desde que recibimos un pedido, el tiempo ya está corriendo. La pregunta es: ¿cuánto tiempo tardaremos en hacer avanzar ése pedido hacia la próxima operación? Podríamos relacionarlo con el ‘order time’.
- El tiempo sigue transcurriendo cuando alguien (¿Planificación?) debe programar a Producción o a Compras, qué fabricar o aprovisionar. Lo vamos a denominar como ‘planning time’.
- En este momento del proceso, nos encontraríamos con el tiempo que tardamos en fabricar (‘manufacturing time’) o en aprovisionar (‘supplier lead-time’).
- Posteriormente, llegaríamos al tiempo que dedicamos a preparar los productos para ser expedidos (‘shipping time’), que también suma en el total.
- En todas las operaciones citadas, hallaremos tiempos de transporte, ya sea desde proveedores hasta nuestra empresa, o bien, desde ésta a los clientes, o cualquier otro tipo de transporte que surja en el proceso productivo, ligado con externalizaciones o con transferencias entre centros. En definitiva, estamos hablando del ‘transit time’.
Todo ese sumatorio de tiempos compone el ‘lead-time’, es decir lo que tardamos en satisfacer a un cliente en términos de tiempo de servicio. Son tiempos «evidentes», calculados de manera arbitraria, en muchas ocasiones, y «rellenos» de ‘muda’.
El ejemplo que hemos visto correspondería a una empresa que trabajara contra pedido (‘make-to-order’). Pura suma de tiempos; ‘lead-time’ horizontal.
¿Qué ocurre cuando trabajamos contra el ‘stock’ (‘make-to-stock’)?
Pues que los citados tiempos se disparan, dada la acumulación, en muchos casos, inconexa, de materiales y productos, a lo largo del ‘value stream’. Sería el ‘lead-time’ vertical, o el tiempo de cobertura del ‘stock’. Con el objetivo de acortar el ‘lead-time’ tradicional, incrementamos el ‘nuevo lead-time’ de manera incontrolada.
Moraleja: » Trabajemos como trabajemos, debemos controlar exhaustivamente, la variable independiente: el tiempo; en muchas ocasiones en formato de horas, días o semanas, y en otras, no tan fácil de entender, en formato de grandes cantidades de ‘stocks’ «.