«La resiliencia es la habilidad para recuperarse de los contratiempos, adaptarse correctamente a los cambios y continuar…o rendirse ante la adversidad para emerger con mayor fuerza, mayor conocimiento y mayor capacidad de alcanzar el éxito».
El hecho de que ‘rendirse’ este incluido en la definición de resiliencia me ha inspirado. Rendirse conlleva asimilar la adversidad de los acontecimientos. Esta estigmatizado como si se tratase de darse por vencido, de evitar el esfuerzo y el sacrificio. Y se experimenta como si el fracaso y la retirada nos dirigiesen a la decadencia.
Rendirse a tiempo es una opción totalmente factible y un componente importante en la resiliencia.
Saber – conscientemente – elegir cuando rendirse tiene que ver con dos habilidades raramente desarrolladas en los líderes y los agentes del cambio. Hagamos un paréntesis; esto no es un juicio, es un aprendizaje y observación tras más de 3.800 entrevistas a individuos que trabajan en todos los niveles de la transformación organizacional a lo largo de 5 años.

Aquí es donde podemos encontrar la resiliencia mediante la adaptación el cambio..
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Estas dos importantes habilidades tan importantes para desarrollar la capacidad de rendirse son:
- La habilidad de influenciar y…
- … la técnica de experimentación.
Cuando tenemos la voluntad de hacer cambios, debemos empezar por comprender cuál es la situación actual – donde estamos. ¿Cuál es nuestra capacidad actual para influir a otros? ¿Con qué nivel de eficacia somos capaces de llevar un experimento? Y, ¿cómo podremos estar seguros de ello?
En lugar de utilizar una herramienta de evaluación prefabricada, tomate un momento para reflexionar y preguntarte: ¿qué modelos mentales sirven de base a mi enfoque a la influencia sobre otros? ¿Qué herramientas estoy aprovechando para ello? ¿Cómo redefino e itero este enfoque sobre un grupo particular de personas a lo largo del tiempo? Y, ¿cuáles son los resultados de mis esfuerzos?
¿Cuándo fue la última vez que fui capaz de influenciar positivamente a alguien? ¿Y a un equipo? ¿A qué dio lugar esto? ¿Cuáles son las técnicas o métodos por los que soy más fácilmente influenciable? Y, por último; haz el esfuerzo de recordar algunos de los intentos que fracasaron e interioriza los aprendizajes que se derivaron de ello.
En cuanto a nuestra capacidad de experimentación… ¿Cómo de bien se nos da llevar experimentos? ¿Cuál fue el último experimento que desarrollé? ¿La hipótesis era clara? ¿Cuáles eran las variables? ¿Realmente estaba buscando (in)validar mis descubrimientos? ¿Lo hice? Y, ¿qué aprendí?
¿Cómo cambio todo esto nuestra forma de hacer las cosas desde entonces? ¿De qué forma han ido mejorando los experimentos que hemos realizado? Intenta recordar algún experimento que no te haya aportado ninguna enseñanza y pregúntate el por qué.
Por favor, sea abierto a las respuestas que estas preguntas le puedan suscitar y tómese su tiempo para reflexionar sobre ellas. Trate de convencerse de que no es un gran influencer ni un maestro de la experimentación.
Y lo hacemos de forma honesta para fortalecernos y convertirnos en seres más resilientes para nuestras familias, compañeros y nuestra comunidad en tiempos de cambio exponencial.
INFLUENCIA Y EXPERIMENTACIÓN
Las mejores personas con las mejores intenciones han intentado (como nota, se debe saber que ‘intentarlo’ no está mal, pero sólo es una parte de la experimentación) y se han encontrado con las siguientes opciones:
- Conseguir los resultados esperados y continuar, o
- No conseguir los resultados esperados y probar nuevas cosas.
Intentar varias veces es como recopilar datos, es investigación; es increíblemente útil pero en todo caso es solo una pieza del puzle. En los resultados anteriores, A) se replegará en su aprendizaje y B) acumulará datos que en algún momento le abrumarán.
Tomando distancia sobre los síntomas de los problemas, ¿alguna vez nos ocurrido obtener estos resultados a nivel individual, de equipo u organizacional? ¿Apalancarnos en los resultados? ¿Acumular datos que nos impiden ver la situación con claridad? ¿Sobrecargar a nuestros equipos? Entonces, hemos de decir que estamos a un paso de la experimentación.
La experimentación es un camino hacia el descubrimiento de valor. Los experimentos fallidos son una aproximación al descubrimiento de valor.
Algo ligeramente mejor que la intuición y las opiniones, pero no por mucho.
¿Cómo conducir un experimento de forma correcta fuera del entorno seguro del laboratorio de ciencia? Eso daría para otra serie de artículos, pero aquí permítanme compartir cual es la conexión que existe entre la influencia y la experimentación como herramientas para la resiliencia. Por qué si en algún momento dado, resiliencia significa tomar la decisión de rendirse, quiero que tomes la decisión con confianza, fortaleza y con un propósito que de servicio a tu propia resiliencia.
La experimentación correcta sirve para invalidar nuestros conocimientos acumulados, asunciones y perspectivas. Esto es contra intuitivo para cualquier táctica basada en el ego y el estatus organizacional, en las que nos hemos desarrollado, aprendido, promovido y con las que hemos tenido éxito. Además, va en contra del concepto fundamental que subyace de la influencia: la consistencia.
Y, ¿por qué buscamos invalidar nuestras hipótesis? Porque la verdad incontestable es que, en la situación actual y dada una hipótesis falsa, no se puede invalidar; esto va en contra de la experimentación.
Si te conformas con validar tus asunciones, estarás aceptando ciegamente falsas esperanzas. Y continuar con un falso resultado es, se podría llamar, ignorancia voluntaria. Y nosotros somos mejores que eso. SOMOS RESILIENTES.
En cualquier caso, si elegimos reconocer y dejar nuestro ego a un lado (ambos siempre presentes en el proceso de invalidar ideas) y experimentar, en servicio a algo mayor a nosotros mismos (en generosa aceptación del verdadero norte de su empresa) siempre quedará un factor psicológico en juego reteniéndonos de encontrar la resiliencia, rindiéndonos cuando esta sea la mejor opción. El motivo es que se contradice con la influencia, en términos de compromiso y consistencia.
Cuando investigamos nuestros problemas; encontramos las deficiencias de nuestros procesos, entendemos los objetivos desde el punto de vista del cliente, analizamos el por qué para una comprensión profunda y razonada de las causas raíces de nuestras deficiencias encontradas en nuestro rendimiento en comparación con nuestros objetivos y, después, tratamos de poner en marcha las contramedidas necesarias para, a través de la experimentación conseguir los resultados en base al descubrimiento de valor.
Pero, aun entonces, encontraremos desafíos, obstáculos y barreras para alcanzar nuevos resultados; como invalidar nuestras propias ideas.

RESILIENCIA, ¿COMPROMISO Y RESISTENCIA?
Es por todo ello que es difícil, y por lo que hacer el esfuerzo de fortalecer nuestra capacidad de influencia (aprendiendo y dando forma a los factores en juego cuando se habla de influencia) y experimentación (desarrollando experimentos de forma consistente y habitual como forma de especificar y aclarar nuestros OKRs y el aprendizaje a escala de organización) es crítico para la resiliencia y el progreso continuo, aun cuando resiliencia significa rendirse y retirarse.
En su libro, Influencia: ciencia y práctica, Robert Cialdini, expone diferentes armas para la influencia una especie de reglamento para el comportamiento, observadas y demostradas en la vida en casos y escenarios reales probados por estudios científicos. Lo que Cialdini comenta sobre los principios de compromiso y consistencia explica porque la idea de rendirse es raramente considerada como la mejor, aun cuando repetidamente demuestre serlo.
Sobre consistencia, Cialdine dice:
«la buena consistencia personal es muy valorada en la sociedad actual. Generalmente la consistencia se considera beneficiosa para la vida diaria. Una orientación consistente permite un valioso esquematismo sobre la complejidad de la vida moderna. Siendo consistentes con nuestras decisiones pasadas, reducimos la necesidad de procesar toda la información relevante para futuras situaciones similares. En su lugar, solo tenemos que recordar nuestras decisiones previas y responder con consistencia».
No es ningún misterio como el statu quo se forma y desarrolla, ni el grado de compromiso o adhesión que las personas adoptan para ser consistentes con los valores previos aun cuando las condiciones cambian. En relación a la experimentación con el fin de validar nuestras asunciones, podemos encontrar en el trabajo de Cialdini la prueba de que estamos condicionados y la sociedad nos recompensa por ello.
El deseo de ser consistente es una motivación fundamental para el comportamiento.
Me pregunto si el concepto de guardar las apariencias (un valor muy importante para algunas culturas) deviene de nuestro deseo innato de proyectar consistencia.
Existe además otro factor a tener en cuenta: cualquier buen experimento te llevará a lo desconocido. Debes estar preparado y dispuesto a estar equivocado y enfrentarte a tu propia ignorancia si de verdad estas experimentando para aprender. De cualquier forma, nuestras mentes están diseñadas y encauzadas en cierto sentido y «la consistencia automática puede conformarse en la seguridad de la ausencia de descubrimientos incomodos y problemáticos». El cambio requiere valentía.
RETIRARSE PARA SER RESILIENTE ANTE LOS CAMBIOS
Sobre el compromiso, Cialdini utiliza numerosos ejemplos que demuestran la necesidad psicológica de los individuos que se han comprometido previamente a aceptar requerimientos y acciones que tienen que ver con ese primer acuerdo. Una vez llegado el acuerdo, el compromiso que se deriva comienza a demandar su apoyo. Y después la obsesión con la consistencia aparecerá, en un círculo vicioso que le impedirá recuperarse de los problemas y adaptarse correctamente al cambio. Aquí es donde podemos encontrar la resiliencia mediante la adaptación el cambio.
El conocimiento sobre como invalidar hipótesis a través de la experimentación combinado con la puesta en práctica de la conexión entre compromiso y consistencia – en cuanto a la capacidad de influenciar – te ofrecerán un colchón de seguridad y apoyo cuando «tengas que decidir rendirte frente a las adversidades para volver más fuerte, sabio y capaz de operar». Siendo una colaboración poco fructífera y nada recíproca, el compromiso con un objetivo, resultado, producto, característica o idea, puede convertirse en una negligencia de la perspectiva de otros, incluido el cliente.
Para construir resiliencia, se siempre consciente de tus opciones, coviertete en un experto en cuanto a experimentación y aprende profundamente como trabajar con las fuerzas de la influencia que pueden promover comportamientos nuevos.
De esta forma, sin importar si continuamos hacia delante o si decidimos rendirnos, lo haremos con la fortaleza y la confianza de que indudablemente, emergeremos de ello, más fuertes, con mayor conocimiento y mayor capacidad para enfrentarnos a los problemas.

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