Aprendimos con Internet y nos digitalizamos con el Metaverso.
Jonathan Escobar Marin
Cuando en ActioGlobal damos forma al futuro del trabajo, lo hacemos con la visión de crear un futuro significativo, global y digital, en el que todas las personas, desde cualquier rincón del planeta, puedan tener la posibilidad de convertir su talento y pasión en impacto positivo para el mundo.
A día de hoy podemos afirmar que, en esta misión de transformación estructural del mundo del trabajo, conocido como “New Work”, el metaverso va a tener un papel fundamental.
El Metaverso transforma la relación con tus equipos y clientes.
El Metaverso supone la transformación digital real de la forma de trabajar en las empresas; todo lo que se ha hecho hasta ahora, como la adopción del teletrabajo, trabajo híbrido o la introducción a la omnicanalidad, han sido solo ínfimos pasos hacia esa dirección.
Metaverso significa hacer realidad un mundo Phygital (concepto que surge de la fusión del mundo Physical + Digital), y permite que las personas puedan interactuar en espacios paralelos, cien por cien virtuales, a través de experiencias inmersivas digitales desde cualquier lugar del mundo.
Por lo tanto, más allá de todas las aplicaciones que tendrá en campos como la educación, la gamificación o la interacción social, sin duda el metaverso brindará a las empresas una importante oportunidad a dos niveles:
Metaverso significa hacer realidad un mundo Phygital (concepto que surge de la fusión del mundo Physical + Digital), y permite que las personas puedan interactuar en espacios paralelos, cien por cien virtuales, a través de experiencias inmersivas digitales desde cualquier lugar del mundo.
Por lo tanto, más allá de todas las aplicaciones que tendrá en campos como la educación, la gamificación o la interacción social, sin duda el metaverso brindará a las empresas una importante oportunidad a dos niveles:
1. Internamente
Acelerará el trabajo sin distancias, remoto y distribuido. Impulsará que las empresas puedan dar un servicio más global, rápido y efectivo gracias a la colaboración de sus equipos en espacios virtuales compartidos.
Las empresas no serán edificios corporativos sino plataformas virtuales que unirán hubs de talento, ubicados en cualquier parte del mundo, para lograr juntos objetivos comunes. Por lo tanto, el metaverso romperá con los límites de espacio, lugar e idioma en la medida en que consigamos la traducción simultánea de idiomas en el metaverso, de lo que hablaremos más adelante, y cuidemos la empatía hacia los hábitos culturales, la sincronización de franjas horarias y la calidad de las infraestructuras de datos.
Todo esto hará que el Metaverso se convierta en la revolución del mundo de la empresa tal y como lo hemos concebido hasta hoy. El Metaverso es el acelerador del New Work, el futuro del trabajo donde los edificios corporativos se hacen transparentes, las compañías se convierten en ecosistemas o plataformas que integran talento de dentro y fuera de la organización, proveniente de cualquier lugar del mundo, de cualquier disciplina y de cualquier sector.
Desaparecerán las empresas como lugares reservados a los «empleados», para convertirse en conectoras de las pasiones y capacidades del talento de los colaboradores.
Las empresas no serán edificios corporativos sino plataformas virtuales que unirán hubs de talento, ubicados en cualquier parte del mundo, para lograr juntos objetivos comunes. Por lo tanto, el metaverso romperá con los límites de espacio, lugar e idioma en la medida en que consigamos la traducción simultánea de idiomas en el metaverso, de lo que hablaremos más adelante, y cuidemos la empatía hacia los hábitos culturales, la sincronización de franjas horarias y la calidad de las infraestructuras de datos.
Todo esto hará que el Metaverso se convierta en la revolución del mundo de la empresa tal y como lo hemos concebido hasta hoy. El Metaverso es el acelerador del New Work, el futuro del trabajo donde los edificios corporativos se hacen transparentes, las compañías se convierten en ecosistemas o plataformas que integran talento de dentro y fuera de la organización, proveniente de cualquier lugar del mundo, de cualquier disciplina y de cualquier sector.
Desaparecerán las empresas como lugares reservados a los «empleados», para convertirse en conectoras de las pasiones y capacidades del talento de los colaboradores.
2. Externamente
Brindará la oportunidad de nuevos negocios, siempre que las empresas sepan acercarse y entender el nuevo comportamiento de sus consumidores y las nuevas necesidades que generará esta nueva realidad inmersiva que combinará la existencia física y digital.
Marcará una relación revolucionaria con los clientes: las empresas tendrán la capacidad de llegar a los clientes por un canal que hasta ahora no existía, poniéndolos en el centro de cada iniciativa.
Esto significa que el Metaverso provocará que cualquier empresa del mundo que quiera acercarse a su cliente tenga que convertirse en una empresa digital, transformando sus átomos en bits y, sobre todo, aprendiendo de sus usuarios y consumidores a partir de los datos que generará la interacción que el Metaverso le permitirá tener con ellos en tiempo real.
Marcará una relación revolucionaria con los clientes: las empresas tendrán la capacidad de llegar a los clientes por un canal que hasta ahora no existía, poniéndolos en el centro de cada iniciativa.
Esto significa que el Metaverso provocará que cualquier empresa del mundo que quiera acercarse a su cliente tenga que convertirse en una empresa digital, transformando sus átomos en bits y, sobre todo, aprendiendo de sus usuarios y consumidores a partir de los datos que generará la interacción que el Metaverso le permitirá tener con ellos en tiempo real.
¿Qué implicaciones puede tener en el futuro de las empresas la aplicación del Metaverso?
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El Metaverso es para todos, sin excepción
El Metaverso desarrollará espacios virtuales que reproducirán el mundo físico. Por tanto, será aplicable a todas las empresas, independiente de su naturaleza.
Sin embargo, en su etapa más temprana de desarrollo, que es ya inmediata, las organizaciones digitales, más acostumbradas a interactuar en entornos 100% digitales y remotos, y también las multinacionales, con gran necesidad de conectar talento, lo adoptarán posiblemente con más agilidad.
Sin embargo, en su etapa más temprana de desarrollo, que es ya inmediata, las organizaciones digitales, más acostumbradas a interactuar en entornos 100% digitales y remotos, y también las multinacionales, con gran necesidad de conectar talento, lo adoptarán posiblemente con más agilidad.
MICROSOFT
Mesh
Los negacionistas del Metaverso
Con el metaverso, llegan también las burlas sobre su alcance, desarrollo y futuro. Nada nuevo. Los negacionistas del progreso ya se mofaron en su día de la tridimensionalidad de la tierra, de la existencia del universo, del automóvil, del ordenador, de internet, del teléfono móvil, de youtube, de Netflix, de blockchain y, ahora, como no, del Metaverso. En menos de una década, todos estos espectadores escépticos de la verdad habrán cambiado su foco y enriquecerán sus mentes lineales negando la siguiente realidad de la evolución de este planeta.
El futuro se esta creando en directo.
Porque no, el metaverso no es solo una obsesión de Zuckerberg o Facebook. Satya Nadella y Jensen Huang, CEOs de Microsoft y Nvidia, siguen la estela de Zuckerberg entre muchos otros líderes de las tecnológicas más importantes del mundo.
Y es que, a día de hoy, hay buenas razones para tomarse en serio el metaverso.
Una de ellas es histórica. A medida que los ordenadores se han vuelto más capaces, las experiencias que generan se han hecho más intensas. No olvidemos que internet empezó mostrando algo tan poco emocionante como un texto blanco sobre un fondo negro. Las imágenes planas se añadieron en la década de 1990. El vídeo pasó a ser dominante en la década de 2010. Desde esta perspectiva, el paso a las tres dimensiones viene siendo una consecuencia lógica del crecimiento constante de la capacidad de cómputo.
En ese sentido, la posibilidad de sentir el tacto de un objeto digital era una cuestión pendiente para el metaverso. Por ello, la compañía de Zuckerberg ha desarrollado un guante háptico, para el que ha estado trabajando siete años, que genera una sensación del tacto muy precisa. Este accesorio Meta, junto con el dispositivo Oculs Quest 2, eleva la experiencia virtual a un nivel superior.
Pero la progresión no es sólo teórica. Google Maps ya ofrece un espacio virtual que contiene las estaciones, tiendas y calles del mundo real. El sector de los videojuegos (el único tipo de entretenimiento totalmente expuesto al poder de progresión de la ley de Moore) lleva años vendiendo mundos virtuales. EverQuest, un juego online lanzado en 1999, contó en su momento álgido con medio millón de suscriptores. (Los jugadores enseguida lo utilizaron para socializar, e incluso casarse, además de matar dragones). World of Warcraft, que apareció cinco años más tarde, alcanzó los 12 millones de jugadores. En la actualidad, 200 millones de personas al mes entran en Roblox, una plataforma de videojuegos en la que se pueden crear juegos. Son muchos los que se gastan dinero real en bienes virtuales. Resulta difícil sostener que una idea no va a arraigar nunca cuando ya lo ha hecho en millones de personas.
Con todas estas evidencias, la burla sobre el progreso es una guía poco fiable por lo que hace al futuro. Recordemos que cuando se lanzó YouTube en 2005, muchos se preguntaron por qué querría alguien ver a adolescentes llenos de granos grabándose en su habitación teniendo las delicias de la televisión por cable a un botón de distancia. En dos décadas, las citas online han pasado de ser furtivas y vergonzantes a ocupar un espacio como una forma del todo normal de conocer gente. Los teléfonos inteligentes son unos de los dispositivos más vendidos de la historia. En la década de 1990, sus predecesores, que tenían el tamaño de un ladrillo, fueron ridiculizados en tanto que burdos símbolos de estatus para banqueros inseguros. Y así, muchas disrupciones fueron en sus inicios negadas.
Evidentemente, esto no significa que cualquier idea brillante de Silicon Valley vaya a tener éxito de modo automático. Tampoco significa que un metaverso plenamente acabado vaya a aparecer de la noche a la mañana, será una realidad evolutiva. De todas formas, sí que hay que tener presente que la realidad «metaversal», y no muy lejana, es una idea que vale la pena tomar en serio.
Y es que, a día de hoy, hay buenas razones para tomarse en serio el metaverso.
Una de ellas es histórica. A medida que los ordenadores se han vuelto más capaces, las experiencias que generan se han hecho más intensas. No olvidemos que internet empezó mostrando algo tan poco emocionante como un texto blanco sobre un fondo negro. Las imágenes planas se añadieron en la década de 1990. El vídeo pasó a ser dominante en la década de 2010. Desde esta perspectiva, el paso a las tres dimensiones viene siendo una consecuencia lógica del crecimiento constante de la capacidad de cómputo.
En ese sentido, la posibilidad de sentir el tacto de un objeto digital era una cuestión pendiente para el metaverso. Por ello, la compañía de Zuckerberg ha desarrollado un guante háptico, para el que ha estado trabajando siete años, que genera una sensación del tacto muy precisa. Este accesorio Meta, junto con el dispositivo Oculs Quest 2, eleva la experiencia virtual a un nivel superior.
Pero la progresión no es sólo teórica. Google Maps ya ofrece un espacio virtual que contiene las estaciones, tiendas y calles del mundo real. El sector de los videojuegos (el único tipo de entretenimiento totalmente expuesto al poder de progresión de la ley de Moore) lleva años vendiendo mundos virtuales. EverQuest, un juego online lanzado en 1999, contó en su momento álgido con medio millón de suscriptores. (Los jugadores enseguida lo utilizaron para socializar, e incluso casarse, además de matar dragones). World of Warcraft, que apareció cinco años más tarde, alcanzó los 12 millones de jugadores. En la actualidad, 200 millones de personas al mes entran en Roblox, una plataforma de videojuegos en la que se pueden crear juegos. Son muchos los que se gastan dinero real en bienes virtuales. Resulta difícil sostener que una idea no va a arraigar nunca cuando ya lo ha hecho en millones de personas.
Con todas estas evidencias, la burla sobre el progreso es una guía poco fiable por lo que hace al futuro. Recordemos que cuando se lanzó YouTube en 2005, muchos se preguntaron por qué querría alguien ver a adolescentes llenos de granos grabándose en su habitación teniendo las delicias de la televisión por cable a un botón de distancia. En dos décadas, las citas online han pasado de ser furtivas y vergonzantes a ocupar un espacio como una forma del todo normal de conocer gente. Los teléfonos inteligentes son unos de los dispositivos más vendidos de la historia. En la década de 1990, sus predecesores, que tenían el tamaño de un ladrillo, fueron ridiculizados en tanto que burdos símbolos de estatus para banqueros inseguros. Y así, muchas disrupciones fueron en sus inicios negadas.
Evidentemente, esto no significa que cualquier idea brillante de Silicon Valley vaya a tener éxito de modo automático. Tampoco significa que un metaverso plenamente acabado vaya a aparecer de la noche a la mañana, será una realidad evolutiva. De todas formas, sí que hay que tener presente que la realidad «metaversal», y no muy lejana, es una idea que vale la pena tomar en serio.
Metaverse
Los riesgos del Metaverso
El Metaverso es un concepto aún en sus etapas iniciales de desarrollo con muchas incertidumbres como, por ejemplo, el uso de los datos de los usuarios, los límites respecto a la propagación de información, la falta o la gestión de discursos de odio y acoso o el uso del entorno del metaverso, no para la publicidad enfocada, sino para la manipulación de los criterios de compra o incluso cosas tan relevantes como la intención de voto en una democracia.
El metaverso será un espacio que hará converger lo físico y lo digital. Los problemas y las oportunidades que puede conllevar son los mismos que lamentablemente encontramos en el mundo físico (adicciones, discriminaciones, acoso y violencia…). Pero lo cierto es que si esto sucede no será debido al metaverso en sí, ni tampoco a la tecnología que lo sustenta, sino al uso que como sociedad hagamos de él.
Aunque todavía estamos a bastante tiempo y miles de millones de inversiones de distancia de un metaverso total, tenemos que pensar y anticiparnos a factores tan importantes como el uso ético de los datos, la privacidad del entorno o la preparación psicológica y emocional de las personas para vivir en un universo virtual inmersivo e interconectado.
Será responsabilidad de todos tomar conciencia de los riesgos del metaverso y poner en valor las oportunidades de creación que nos brinda, evitando reproducir los errores que en la realidad física ya hemos cometido y de los que tenemos la obligación de aprender.
El metaverso, como el físico, será un mundo que deberemos cuidar y proteger de la desigualdad. Necesitamos educarnos para hacer un buen uso de él y exigir a sus creadores que acepten la responsabilidad de conseguir un espacio phygital ético que brinde oportunidades a las personas, genere una economía digital sana, proteja la privacidad y sea un espacio seguro, equitativo e inclusivo para todos. El metaverso debe ser un lugar donde podamos ser la mejor versión de sociedad posible y no solo un objetivo de lucro para empresas, inversores y grandes titanes tecnológicos.
El metaverso será un espacio que hará converger lo físico y lo digital. Los problemas y las oportunidades que puede conllevar son los mismos que lamentablemente encontramos en el mundo físico (adicciones, discriminaciones, acoso y violencia…). Pero lo cierto es que si esto sucede no será debido al metaverso en sí, ni tampoco a la tecnología que lo sustenta, sino al uso que como sociedad hagamos de él.
Aunque todavía estamos a bastante tiempo y miles de millones de inversiones de distancia de un metaverso total, tenemos que pensar y anticiparnos a factores tan importantes como el uso ético de los datos, la privacidad del entorno o la preparación psicológica y emocional de las personas para vivir en un universo virtual inmersivo e interconectado.
Será responsabilidad de todos tomar conciencia de los riesgos del metaverso y poner en valor las oportunidades de creación que nos brinda, evitando reproducir los errores que en la realidad física ya hemos cometido y de los que tenemos la obligación de aprender.
El metaverso, como el físico, será un mundo que deberemos cuidar y proteger de la desigualdad. Necesitamos educarnos para hacer un buen uso de él y exigir a sus creadores que acepten la responsabilidad de conseguir un espacio phygital ético que brinde oportunidades a las personas, genere una economía digital sana, proteja la privacidad y sea un espacio seguro, equitativo e inclusivo para todos. El metaverso debe ser un lugar donde podamos ser la mejor versión de sociedad posible y no solo un objetivo de lucro para empresas, inversores y grandes titanes tecnológicos.
¿El Metaverso es un proyecto seguro?
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Las oportunidades del Metaverso
Mejor dicho: unas pocas de las cientos de oportunidades del Metaverso.
El Metaverso es un mundo nuevo, que ahora mismo no existe y que nos da opciones que ahora no tenemos. No es un enemigo del mundo físico, es un ampliador de sus posibilidades en un espacio que hasta ahora no teníamos. Por ejemplo, cuando en plena pandemia vernos era un peligro, la virtualidad fue nuestra gran esperanza. Aprendimos a socializar desde casa y las interacciones sociales en línea fueron una ventaja porque nos permitieron mantenernos conectados. El metaverso nos brinda oportunidades donde hay limitaciones de distancia, coste o acceso. Y eso sin duda, abre todo un nuevo mundo (digital) de oportunidades. Si hacemos un zoom-out vemos algunas grandes áreas de desarrollo de esas oportunidades;
El metaverso transformará la forma en que las personas compran, acceden a los medios, juegan, se emocionan e interactúan, por lo que brindará a las empresas una importante oportunidad para generar nuevos negocios, siempre que sepan acercarse y entender el nuevo comportamiento de sus consumidores y las nuevas necesidades que generará esta nueva realidad inmersiva que combinará la existencia física y digital.
Algunos de los campos que abrirán nuevas oportunidades a los negocios serán aquellos que ayuden a proporcionar experiencias increíbles, de alto impacto, a los consumidores. Por ejemplo:
El Metaverso es un mundo nuevo, que ahora mismo no existe y que nos da opciones que ahora no tenemos. No es un enemigo del mundo físico, es un ampliador de sus posibilidades en un espacio que hasta ahora no teníamos. Por ejemplo, cuando en plena pandemia vernos era un peligro, la virtualidad fue nuestra gran esperanza. Aprendimos a socializar desde casa y las interacciones sociales en línea fueron una ventaja porque nos permitieron mantenernos conectados. El metaverso nos brinda oportunidades donde hay limitaciones de distancia, coste o acceso. Y eso sin duda, abre todo un nuevo mundo (digital) de oportunidades. Si hacemos un zoom-out vemos algunas grandes áreas de desarrollo de esas oportunidades;
El metaverso transformará la forma en que las personas compran, acceden a los medios, juegan, se emocionan e interactúan, por lo que brindará a las empresas una importante oportunidad para generar nuevos negocios, siempre que sepan acercarse y entender el nuevo comportamiento de sus consumidores y las nuevas necesidades que generará esta nueva realidad inmersiva que combinará la existencia física y digital.
Algunos de los campos que abrirán nuevas oportunidades a los negocios serán aquellos que ayuden a proporcionar experiencias increíbles, de alto impacto, a los consumidores. Por ejemplo:
Productos digitales:
Casi todo lo que hoy se vende en el mundo real podría llegar a venderse en el metaverso (ropa, casas, coches…) Los consumidores ya no necesitaremos ir a las tiendas físicas para probar nuevos productos o sentir su calidad. La realidad virtual y la realidad aumentada permitirán que exploremos productos desde nuestra casa, los compremos y se nos entreguen para disfrutarlos con solo apretar un botón.
Por otro lado, la personalización de los avatares digitales que tendremos cada uno de nosotros en el metaverso también generará oportunidades para desarrollar muchos productos de customización que hoy ni siquiera podemos todavía imaginar. Empresas como Vans, Nike o Gucci ya están poniendo en marcha espacios donde podremos comprar ropa digital para los avatares creando una sensación de exclusividad sin precedentes.
Por otro lado, la personalización de los avatares digitales que tendremos cada uno de nosotros en el metaverso también generará oportunidades para desarrollar muchos productos de customización que hoy ni siquiera podemos todavía imaginar. Empresas como Vans, Nike o Gucci ya están poniendo en marcha espacios donde podremos comprar ropa digital para los avatares creando una sensación de exclusividad sin precedentes.
Deporte:
La salud y el fitness van a reservarse un lugar protagonista en el metaverso. Aplicaciones como Supernatural y FitXR, que serán como Peloton, pero en lugar de tener una bicicleta o una cinta de correr, el dispositivo serán unas gafas de realidad virtual, que se convertirán en tu gimnasio para boxear, bailar o hacer una clase de fitness con personas de todo el mundo. Será muy divertido. Creemos que esto va a ser una auténtica revolución.
Trabajo a distancia y sector educativo:
El trabajo se trasladará cada vez más al metaverso a través de reuniones, simulaciones y formaciones en línea. Los negocios que puedan ofrecer potenciar una cultura de empresa híbrida fuerte, que conecte a las personas que trabajan de forma remota en espacios de realidad virtual, serán de gran demanda, así como todos los proyectos que permitan que las personas aprendan a través de plataformas con fines didácticos como ya Roblox está haciendo dirigiendo proyectos a estudiantes de secundaria, bachillerato y universidad. ¿Imaginas que según las reacciones de los estudiantes, como podría ser inclinar la cabeza o aburrirse, se modifique el contenido que se les muestra para aprender? eso es ya una realidad y lo está implementando NetDragon.
Cultura y entretenimiento:
si algo disparará el metaverso será la proliferación de eventos en línea y experiencias de realidad mixta. La idea de unirse a una experiencia en persona o virtualmente puede abrir muchas posibilidades, por ejemplo, eventos y conciertos a todos los niveles (entradas, patrocinios, merchandising…). Justin Bieber, a través de la plataforma Wave o Ariana Grande y Travis Scott a través de Fornite ya se han convertido en avatar para disfrute de sus seguidores aunque todavía haya quedado algo lejos de una experiencia totalmente inmersiva.
Juegos y gamificación:
Los juegos han sido desde hace mucho tiempo la clave de los planes del metaverso y posiblemente uno de los sectores más adelantados. Ya se están desarrollando proyectos que revolucionarán la forma de jugar y ganar dinero. El modelo de juegos «play-to-earn» (jugar para ganar) traerá la idea de una economía que recompensa financieramente a cada usuario, que añade valor al jugar y pasar tiempo en el juego. Es el caso, por ejemplo de Axie Infinity o Sandbox.
Proceso de fabricación:
Las empresas podrán mejorar operaciones y tiempos de entrega utilizando aplicaciones de metaverso para ajustar su proceso de elaboración, realizar controles de calidad, eliminar ineficiencias, etc…
Seguridad de datos:
También habrá espacio para negocios dedicados a ciberseguridad, especializados en el control de amenazas y la protección de datos privados. Ya no solo hablamos de la información habitual de usuarios (autentificación, geolocalización, historial de navegación…) sino de todos los datos biométricos que estarán expuestos, el movimiento corporal, las ondas cerebrales, las respuestas fisiológicas, etc…. Necesitaremos asegurar un uso ético, responsable y transparente que pondrá en valor las empresas dedicadas a este fin.
Criptomonedas:
Dado que el metaverso tendrá, tiene, una economía independiente y completa, la criptomoneda y la moneda digital probablemente se convertirán en el método transaccional clave con alcance en el mundo real y en el mundo digital (blockchain) donde encontraremos muchas oportunidades de inversión como ya son las criptomonedas Polkadot, Cardano, Litecoin o Binance Coin, entre otras.
¿Podría ser aplicable a todo tipo de empresas o solo para las de algún sector en concreto?
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Tecnologías y desarrollos claves para el Metaverso
Desde nuestro punto de vista, el metaverso será una realidad en unos años en la medida en que seamos capaces de desarrollar todo aquello que permita la interacción y la inmersión total de las personas en el metaverso. Lo que diferenciará el metaverso de todas las anteriores iniciativas de mundos virtuales que habíamos conocido hasta ahora es exactamente conseguir una inmersión total. Por ello, la gran demanda del mercado estará en el desarrollo de la tecnología clave para lograr esa inmersión completa. Por ejemplo:
1.
El real time speech translation y el natural language processing
Estas tecnologías serán esenciales para la traducción simultánea de las conversaciones y para la interacción humana con las máquinas digitales. En la medida en que consigamos la traducción simultánea de los diferentes idiomas en el metaverso estaremos hablando de un mundo en el que la localización va a dejar de tener importancia porque en una sala de trabajo habrá personas de cualquier lugar del mundo creando, colaborando, discrepando. El lugar y el idioma dejarán de tener importancia.
2.
Espacios virtuales con
realidad inmersiva
Pasear por exposiciones virtuales, ir a conferencias, viajar por el mundo…será clave para lograr hacer real un mundo que va más allá de la realidad. En este sentido ya hay desarrollos importantes como Mytaverse que se especializa en la creación de espacios virtuales realistas para empresas, ayudándoles a dar un servicio más eficiente y con menores costes, o Mesh, de la propia Microsoft, que estará disponible para Microsoft teams en 2022 y permitirá hospedar reuniones virtuales para que las personas puedan colaborar desde cualquier lugar del mundo y ser altamente productivas en un espacio 3D compartido.
3.
Desarrollo de dispositivos para alcanzar el sentido del tacto
Nada llega a parecer real hasta que se puede tocar. Por eso, reproducir sensaciones como la presión, la textura y la vibración será otra de las grandes demandas del mercado. En la dirección del tacto, ya se está trabajando en kits de seguimiento corporal que permiten a las máquinas responder a todos nuestros movimientos. Microsoft Research y Ultraleap tienen grandes avances en esta dirección para llevar el sentido del tacto al metaverso a través de guantes hápticos.
4.
Reconocimiento de movimientos e interacción física en el mundo virtual
Lograr que los sentidos se convenzan de que se encuentran en un mundo nuevo y diferente pero real es la gran apuesta. La startup Nomadic trabaja ya combinando los elementos más avanzados de realidad virtual para lograr un nivel de “aceptación” psicológica sin precedentes, desdibujando la línea entre la realidad y la fantasía, a través de experiencias de realidad virtual inmersivas y táctiles absolutamente completas.
5.
Percepción de olores y
microsensaciones
Oler la pólvora en una película, la lavanda en un ejercicio de yoga, el chocolate en una merienda en invierno….”generar aromas” que completen la inmersión es la apuesta de empresas como Hypnos Virtual, que con su Scentscape ya es capaz de reproducir millones de diferentes esencias con gran impacto para la inmersión de nuestro sentido olfativo o FeelReal que aún va un paso más allá y apuesta por la necesidad que tendremos de pequeñas grandes sensaciones para sentir por ejemplo la brisa, a través de la nebulización del agua, la sensación de calor con micro-calentadores, el viento con micro-enfriadores o pequeñas vibraciones gracias a mini motores hápticos.
6.
La interacción a través de
realidad Aumentada
No creemos que en el mundo del metaverso todo vaya a girar solo alrededor de la realidad virtual. La realidad aumentada también cobrará mucha importancia, aunque todavía no sea totalmente abierta. Parte de la razón puede ser que la realidad virtual ya es una tecnología disponible hace tiempo. Tenemos, por ejemplo, las gafas Quest con una experiencia y precio realmente asequible, y socialmente aceptadas, porque es muy habitual usar este tipo de gafas en casa. Pero, en unos dos años, usaremos también las primeras gafas de realidad aumentada, que con el tiempo tendrán un aspecto de diseño “normal”, como apuntan las Nazare Glasses con las que el usuario podrá ver su entorno real e interactuar con elementos virtuales superpuestos sobre la realidad. Por ejemplo, podremos ver los nombres de las personas cuando se nos acerquen o los comentarios de los restaurantes mientras vamos por la calle.
Es cierto que, para alcanzar ese punto, todavía hay mucho trabajo técnico por delante. Hay que unir la tecnología que hace diez años hubiéramos creído propia de una supercomputadora (chips de ordenador, chips de red, hologramas, proyectores, baterías, chips de silicio personalizados, sensores para cartografiar el mundo, altavoces, cámaras, etc…) en unas gafas de unos cinco milímetros de grosor. Pero, en cuánto se consiga, que se hará, nuestro mundo se llenará de personas, lugares y objetos a través de ellas que, aunque no existan, serán auténticos y permitirán, con solo utilizar nuestras pupilas a modo de ratón, acceder a los distintos hipervínculos de un mundo infinito.
En definitiva, la gran demanda a corto plazo es el desarrollo de una tecnología que garantice una experiencia totalmente inmersiva que pueda satisfacer las necesidades y preferencias de los consumidores y sus avatares. Una experiencia tan completa que quizás nos gustará más que la realidad.
Es cierto que, para alcanzar ese punto, todavía hay mucho trabajo técnico por delante. Hay que unir la tecnología que hace diez años hubiéramos creído propia de una supercomputadora (chips de ordenador, chips de red, hologramas, proyectores, baterías, chips de silicio personalizados, sensores para cartografiar el mundo, altavoces, cámaras, etc…) en unas gafas de unos cinco milímetros de grosor. Pero, en cuánto se consiga, que se hará, nuestro mundo se llenará de personas, lugares y objetos a través de ellas que, aunque no existan, serán auténticos y permitirán, con solo utilizar nuestras pupilas a modo de ratón, acceder a los distintos hipervínculos de un mundo infinito.
En definitiva, la gran demanda a corto plazo es el desarrollo de una tecnología que garantice una experiencia totalmente inmersiva que pueda satisfacer las necesidades y preferencias de los consumidores y sus avatares. Una experiencia tan completa que quizás nos gustará más que la realidad.
El futuro del trabajo es un futuro mejor para todos
En un mundo donde las empresas son los nuevos gobiernos, creemos que el talento humano es la fuerza más importante para transformar el mundo. Y en ActioGlobal tenemos la misión de hacer que esa transformación sea para el bien de todos.
Estamos convencidos de las oportunidades que nos brinda el Metaverso para no dejarnos a nadie atrás. Para crear un futuro del trabajo inclusivo, diverso y genuino donde nadie quede fuera por su raza, su género, su origen o sus posibilidades económicas. Una realidad donde todas las personas, desde cualquier rincón del mundo, tengan la posibilidad de convertir su talento y su pasión en impacto positivo para el planeta.
Estamos convencidos de las oportunidades que nos brinda el Metaverso para no dejarnos a nadie atrás. Para crear un futuro del trabajo inclusivo, diverso y genuino donde nadie quede fuera por su raza, su género, su origen o sus posibilidades económicas. Una realidad donde todas las personas, desde cualquier rincón del mundo, tengan la posibilidad de convertir su talento y su pasión en impacto positivo para el planeta.
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