Ante la propuesta de un panel de herramientas que haga visual estos elementos de trabajo las reacciones son variopintas, a todos los niveles jerárquicos, pero suelen ser algo así:
1. Nos van a quitar las herramientas
O como dicen en alguna bodega con un fino sentido del humor «Me van a cambiar de sitio las cosas». Los trabajadores se quitan las herramientas entre ellos, algunos se las traen de casa, se colocan en cajas de herramientas con candado, las herramientas se estropean o rompen…
El concepto es parecido a lo que pasaba hace años con las antenas de los coches que se podían desenroscar. Alguien se quedaba sin antena, aunque se la hubiera despistado en el maletero de su propio coche y esto provocaba que cuando veías otro coche, el que fuera, aplicaras la justicia quitándole a otro inocente la antena, y así sucesivamente…
En general, esta desaparición de herramientas viene motivada por alguna razón fácil de entender pero difícil de gestionar por la empresa.
Por sistema, no se reponen las herramientas.
- La empresa y sus diferentes responsables no cree necesario comprar o facilitar nuevas herramientas por la desconfianza de que se «pierdan» enseguida.
- Esto lleva a que cuando hacen falta herramientas o elementos de trabajo, los mismos sean compartidos de manera involuntaria entre diferentes trabajadores o áreas de trabajo.
No se facilitan ciertas herramientas a ciertas áreas.
- No se tiene en cuenta, se desconoce, que en ciertos puestos de trabajo hay momentos que son necesarias ciertas herramientas.
En el área se trabaja sin herramientas.
- Sin querer herir la sensibilidad de nadie, esto ES IMPOSIBLE, a menos que tengamos una línea, máquina o área donde los procesos de trabajo se pueden hacer con la única ayuda de las manos.
- Allí donde tengamos una máquina o un proceso hará falta alguna herramienta o útil.
No sabemos y no controlamos
- Todas las herramientas necesarias deben estár disponibles, cosa complicada cuando no es visual, y nos damos cuenta de que algo falta justo en el momento que hace falta (suele ser un cambio o un problema en el área) y entonces nos toca correr.
2. No cabe todo en el panel
Claro, es difícil cuando tenemos herramientas suficientes para abrir una ferretería. Por supuesto, nos sobran herramientas que no hacen falta pero nos faltan las que sí que nos han «cambiado de sitio».
Ya es curioso que en nuestra caja de herramientas cerrada con llave, donde es difícil saber si está lo que hace falta dentro de tanto maremagnum de herramientas, hallan sido capaces de encontrar lo que les hacía falta.
Si miramos los elementos realmente necesarios veremos que la idea del panel no es tan descabellada (en la mayoría de los casos)
3. Herramientas compartidas y ausencia de responsabilidad
En un mismo área o máquina podemos tener diferentes grupos de personas (turnos) trabajando y compartiendo estas herramientas. Como son de todos y no son de nadie, problema generalizado, esto lleva a que todo el mundo se lave las manos respecto a las herramientas, tanto los que son ordenados como los que no.
Es necesario buscar sistemas que permitan a cada uno, o a cada grupo, darle la responsabilidad correspondiente y que se preocupen porque las cosas estén en su sitio antes de abandonar el lugar de trabajo.
4. En el resto de áreas aún no se han hecho las 5S
De repente la gente del otro área ve como en el área cercana se han colocado todos los elementos necesarios y que los mismos están claramente visibles para facilitar la localización y ubicación de los mismos. Si esta situación perdura, al final irán a buscar las herramientas a donde saben positivamente que las encontrarán.
Para finalizar, en una de las empresas que nos están sufriendo, varias personas se asombraban de que «el panel de herramientas está aguantando y las cosas no desaparecen». Alguna cosa se habrá hecho para conseguirlo, la primera de todas… creer que era posible.
En todas las empresas nos encontramos con un gran (depende como se mire) problema que aparece en las actividades 5S en las áreas de trabajo y es ¿qué hacemos con las herramientas?