Quería hacer un alegato a los almacenes, elemento básico de la Cadena de Suministro y los supervivientes que viven en los mismos.
Últimamente con la presión de reducción de costes y de los stocks, se focaliza mucho la atención en el almacén y su gestión como si fueran la panacea que ayudará a controlar el inmovilizado que tengamos en el mismo y, además, le pedimos a nuestro almacén (al que consideramos como el equivalente de un chicle que se estira y estira) que tenga todo ordenado y limpio además de aumentar su productividad (término muy utilizado últimamente).
Gestión de almacén, Muda de Inventario
El almacén contiene el segundo de los muda en el ranking de «peligrosidad», el de Inventario. Este muda es reflejo de la acumulación de material (y otras cosas como equipos, informes, proyectos, documentación,etc…) innecesario en un muy corto plazo y que se acumula a lo largo de nuestra organización.
Este muda viene provocado por el más malo de los malos, la «Sobreproducción» o «Sobrecompra» o «Sobregestión»… en fin, hacer (comprar, producir, manipular,…) más, más rápido o antes de que haga falta lo que conlleva como consecuencia una acumulación de este exceso en forma de «Inventario».
Así, el almacén no deja de ser un reflejo, un acumulador, de todo aquello que no gestionamos, planificamos, compramos, producimos, manipulamos, etc… según los pedidos de los clientes.
Si a esto le sumamos una gestión poco controlada de las entradas y salidas de materiales nos podemos encontrar un día con el almacén muy desocupado y al siguiente tener que ocupar los pasillos al no haber estanterías disponibles.
La estandarización también sufre al tener estos desequilibrios ya que es difícil establecer reglas, procedimientos o estándares que puedan ser repetitivos ya que la carga de trabajo y las ubicaciones disponibles varían «en función del día».
Con estas desnivelaciones y efectos latigazo en el movimiento de materiales, la propia productividad se perjudica.
Si a esto le sumamos que los almacenes suelen estar al final del proceso, acaban absorviendo las ineficiencias de las operaciones anteriores y le suma las suyas propias.
Por eso la frase correcta no sería «El almacén está lleno» si no «El almacén lo tenemos lleno»