¿Fórmula mágica?

Fórmula de mejora

 

Implantación de un sistema de mejora

Aunque la mayoría sabemos que no hay atajos en el proceso de implantación de un sistema de mejora, todavía los hay que preguntan por los secretos del éxito. No hay ningún secreto y tampoco existe aquella varita mágica que nos permita saltar desde la casilla en la que nos encontramos hasta la casilla final del tablero de juego, aquella en la que supuestamente obtenemos los resultados deseados. No obstante, podríamos definir una fórmula que, sin ser mágica, será de gran ayuda para aquellas organizaciones que la utilicen en la implantación del sistema:

2ASP x WP x RHG

Para entender la fórmula describiremos cada uno de los tres bloques que la componen:

Este primer bloque constituye la base del cambio cultural de la organización. Consiste en instaurar una dinámica de resolución de problemas de aplicación diaria a todos los niveles de la organización. Progresivamente, todo el personal adquirirá el hábito de analizar los problemas y determinar las contramedidas oportunas sobre el terreno, en el lugar en el que se ha producido la desviación a atacar.

‘Workshops periódicos’.

Este segundo bloque consiste en ejecutar con una periodicidad constante, talleres encaminados a la mejora de ciertas áreas o procesos. Para cada una de estas actividades se deben detallar una serie de objetivos concretos sobre los que trabajará el equipo multidisciplinar que participa en el taller de mejora. El principal reto que plantea este bloque consiste en desarrollar una disciplina de aplicación y seguimiento de las actividades de mejora.

‘Respeto, humildad y generosidad’.

Con el desarrollo de estos valores se produce progresivamente un cambio en el estilo de liderazgo de la organización. Los organigramas tradicionales promueven un estilo de liderazgo marcado por la relación de autoridad entre jefe y subordinado. En una organización ‘lean’ el organigrama piramidal desaparece al mismo tiempo que se debilitan las fuerzas de dependencia jerárquica. En esta nueva organización los departamentos tradicionales se adquieren el rol de funciones soporte, que por lo tanto deben atender a las necesidades las áreas que generan valor (producción) con voluntad de servicio.

Estos tres bloques constituyen la clave del desarrollo de una cultura de la mejora en la organización. Es interesante observar que el resultado de la fórmula viene determinado por el producto de los tres elementos. Por lo tanto, es necesario desarrollar los tres bloques en la misma medida si deseamos un resultado satisfactorio.  A partir de estos elementos podemos entrar a valorar las técnicas específicas que nos ayudarán en la resolución de problemas o incluso las herramientas a utilizar en cada uno de los workshops. Pero por lo que se desprende de la fórmula propuesta, parece evidente que las claves del éxito no se encuentran de ningún modo en las herramientas a utilizar.

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