¿Genios ocultos?

Adrian Newey

Este fin de semana finalizo el mundial 2013 de Formula 1 en el que Sebastian Vettel se ha coronado como el tricampeón del mundo más joven de la historia. Parte o mucho peso en este triunfo, mi opinión es que el piloto también es excepcional, se le imputa al diseño del director técnico de la escudería Red Bull, el señor Adrian Newey quien en un reciente entrevista afirmaba “No soy un genio, hay ideas que se me ocurren en la ducha”.

Aunque intente negarlo o minimizar la importancia, es cierto que su papel ha sido una de las piezas claves que ha ayudado al equipo tanto a ganar el campeonato de pilotos como el de escuderías. También es evidente que hay gente con más habilidades creativas que otros pero cualquiera puede tener buenas ideas y éstas pueden aparecer en cualquier lugar y momento, aún estando en entornos totalmente diferentes al del problema a solucionar.

Ésto me recuerda los clásicos episodios del Dr. House con un problema aparentemente irresoluble que debido a otras situaciones que se le planteaban u otras conversaciones aparentemente sin nada que ver provocaban que su cerebro encontrara las conexiones de una posible solución.

Los genios «ocultos» de las empresas

Volviendo al tema del post, en las organizaciones también hay genios «ocultos», personas con muchas (o algunas) ideas que podrían hacer mejorar las actividades que se realizan en las mismas y que, en general, están deseosos de poder transmitirlas y ponerlas en práctica. Es muy satisfactorio para la gente ver que una cosa que se ha propuesto se ha llevado a término y aún más, cuando el resultado es exitoso.

El poder generar ideas, esta genialidad, no es exclusivo de un perfil profesional o formativo, ni siquiera de un nivel de experiencia. Puede ser personal con mucha experiencia dentro de la empresa y con gran conocimiento del día  a día y de cómo conseguir mejores resultados y  también personal con menos experiencia pero sin los vicios, las costumbres, inherentes de la organización y, en muchos casos, con la riqueza de haber trabajado en otras empresas, de haber conocido “otros mundos”.

Esto nos llevaría a la pregunta de por qué hay empresas que no consiguen que sus genios aporten ideas. A veces es por timidez pero en la mayoría de los casos es debido a que no existen las condiciones, canales, medios,… adecuados dentro de la propia empresa que:

  • Promuevan la aparición de las ideas
  • Permitan recoger y vehicular estas ideas, de manera sistemática, hasta las personas que puedan tomar las decisiones oportunas
  • Faciliten un feed-back a las personas que han propuesto las ideas
  • Lleven a término las acciones que se han considerado oportunas

Piense por un momento cuantos sabios “ocultos” pueden estar trabajando en su organización, cuantas ideas hay en las mismas y cuánto mejor sería su organización si buena parte de esas ideas se transformaran en realidades.

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