En la mayoría de las aplicaciones prácticas de la Mejora Continua acaban apareciendo necesidades de Gestión Visual que ayuden a realizar las actividades, o la parte más básica de las mismas, desde unas marcas para máximos o mínimos, indicación de donde ubicar elementos, sentidos de giro, dirección, etc.
La Gestión visual y las señales de tráfico
Uno de los mejores ejemplos respecto a la Gestión Visual han sido siempre las señales de tráfico porque reúne sus principales características:
- Reducción de la información escrita al mínimo imprescindible.
- Utilización de imágenes o simbología de fácil comprensión por la mayoría de la gente.
- Concepto One Point Lesson: información importante, básica y clara siendo mínimamente extenso.
La ironía del tema es que la inspiración del post viene por la falta de información en una de las señales de tráfico más comunes, los radares.
Es perfecto, creo que legalmente obligatorio, que la señal de radar avise de la presencia del mismo pero, para ser una información completa, debería indicar también cuál es el límite utilizado como criterio para el mismo, en muchos casos, la última señal indicadora está kilómetros atrás o hemos tenido oscilaciones en la velocidad máxima a lo largo de la conducción.
En carreteras de velocidad máxima constante parece menos necesario pero en otras, donde la velocidad máxima varia cada pocos kilómetros, sería de gran ayuda para tener la seguridad del límite permitido en este punto concreto.
Si dejáramos volar la imaginación en una visión futura de nuestro Value Stream Mapping, nos encontramos con coches que incorporan algún sistema de información visual que nos indica cual es la velocidad máxima permitida en ese tramo de carretera, Andon, y un sistema que impide que podamos ir a velocidades superiores a ésta, Poka-Yoke.