¿Indicadores… cuáles?

Indicadores

¿Qué son los Indicadores Clave de Desarrollo (KPI)?

Los indicadores o KPI’s (Key Performance Indicator o Indicador Clave de Desarrollo) son valores numéricos que resumen el desempeño de nuestra evolución dentro de una organización.

Existen muchos indicadores dentro de un sistema gestión y estamos acostumbrados a utilizarlos para medir todo tipo de variables existentes en nuestros procesos y controlar con ellos, el desempeño diario de nuestras actividades.

De hecho, muchas veces y sin planteárnoslo, estamos generando una sobreproducción muy importante (recogida de datos, análisis, implicación de varias personas…) solamente para poder tener estos KPI’s resumidos en un Excel.

Sabiendo que el exceso de indicadores genera sobreproducción, en ocasiones saturación, y que además no siempre se usan todos para gestionar, tenemos que reflexionar muy detenidamente para encontrar aquel o aquellos KPI’s clave que resuman el efecto de mis cambios.

Si bien podríamos estar horas listando indicadores para un proceso, existen al menos dos de ellos que siempre deberíamos tener presentes:

  1. Lead Time:

    1. el control del tiempo del proceso nos permitirá conocer el tiempo que tardamos entre el inicio de este y el momento en que termina, por tanto, si somos lentos o rápidos.
  2. No Conformidades:

    1. un parámetro de calidad no ayudará a conocer la calidad del producto que se mueve por el proceso y si cometemos muchos errores.

A partir de estos dos, la creatividad y necesidad toman el timón y podemos definir y establecer muchos más indicadores que nos ayuden a detectar ineficiencias de nuestros procesos, siempre y cuando estos nos ayuden a gestionar y no a ocupar recursos.

Si bien estamos acostumbrados a utilizarlos en nuestro desempeño diario, en un proyecto de mejora los KPI’s toman todavía más representatividad. ¿Os imagináis un cambio en algún proceso sin conocer la situación de partida y desconociendo el impacto después del cambio?

Hay una frase que siempre digo cuando estamos trabajando con un equipo de mejora: “Lo que no se puede medir, no se puede mejorar”.

Es vital en todo proceso de mejora establecer valores de partida que nos ayuden a definir el objetivo al cual pretendemos llegar tras la mejora y que nos ayuden a decidir si los cambios han tenido el efecto esperado o hay que seguir trabajando.

Un indicador bien recogido, debe marcarnos el rumbo hacia dónde debemos dirigir las mejoras y qué debemos priorizar. Nos debe permitir conocer el estado de nuestros procesos sin estar directamente actuando en ellos y nos debe ayudar a establecer directrices de gestión.

De ahora en adelante, no nos debe servir una opinión como base para decidir y DEBÉMOS (en imperativo) buscar la manera de saber qué y cómo actúan mis procesos en base a “simples
parámetros”.

Descubre cómo transformamos organizaciones de todo el mundo

New business challenges, unprecedented business perspectives.

Suscríbete a nuestro blog

Impact Delivered in
your mail.

Los últimos artículos sobre el futuro del trabajo en tu inbox todos los meses.