¿Islas o células?

metodologias de trabajo

Los detractores de los sistemas de trabajo en célula argumentan que los sistemas que estructuran la producción en áreas especializadas son más productivos. Podemos aceptar como cierta esta afirmación si medimos la productividad localmente en cada uno de los departamentos y comprobamos que en el paso de islas a células alguno de los departamentos ha experimentado una pérdida de productividad. No obstante, un análisis más global, desde la óptica del proceso completo demuestra que esta afirmación es completamente falsa. Las células autónomas mejoran tanto los ratios de eficiencia como también los de productividad.

Al realizar el ejercicio de fundir las operaciones inicialmente estructuradas en áreas especializadas en una única célula conseguimos un doble efecto positivo. Por un lado, eliminamos los inventarios de materiales intermedios que habitualmente se encuentran en transición entre áreas, mientras que al mismo tiempo, conseguimos que la demanda de materiales a producir sea la misma para todas las operaciones del proceso.

Gracias a estos cambios los procesos estructurados en células tienen una gran capacidad de respuesta ante cambios de la demanda. En una célula, cuando se producen cambios en las necesidades a producir, el proceso no genera producto en curso a pie de cada operación pendiente de procesar. Como máximo la unidad que se está procesando en el momento del cambio.

Células vs. islas en sistemas de trabajo.

En el caso de las islas la situación es muy diferente. En una situación en la que cada área trabaja siguiendo una planificación propia pensada con el fin de optimizar la productividad local del área, todo cambio en la demanda se traduce en planta como una cantidad ingente de material que queda en cada estación, en espera de ser procesada. La alta productividad de la especialización se torna ineficiencia por la incapacidad de controlar los inventarios generados.

Por este motivo, es muy probable que un proceso que presenta una mayor productividad trabajando en islas consiga estos resultados gracias a los excesos de producción que encontramos en forma de producto en curso en cada una de las áreas especializadas que, en realidad, responden a una demanda ficticia.

Las islas son, en definitiva, una de las primeras causas de inventario de producto en curso y denotan una falta de sincronización e incluso una clara desconexión en el flujo entre las distintas operaciones de un mismo proceso.

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