¿La clave son los datos?

Importancia de los datos

¿Los datos son la clave del éxito?

La respuesta es, sin duda alguna, SI!

Escribiendo mí anterior post, me vino a la inspiración el tema del presente, que se centra precisamente en la importancia de los datos cuando queremos arrancar proyectos de mejora continua en nuestras organizaciones.

La frase que os debe quedar clara, y por eso decido empezar con ella, es: “lo que no puedo cuantificar, no lo puedo mejorar”. Esta frase que al menos para mí parece evidente, quizás no lo es tanto para vosotros, pero os plantearé un ejemplo de vuestra vida cotidiana para que comprendáis cómo transformar un problema en datos y como arrancar de él un proyecto de mejora.

El problema en cuestión será “Mejorar la relación con la pareja”. La primera respuesta que debéis pensar es: ¿Qué significa para mí mejorar la relación con la pareja?

La respuesta anterior puede ser muy diferente según cada individuo, pero al final lo único que buscamos son ciertas variables que nos permitan tras un período de tiempo, concluir si dicha relación ha mejorado.

Por tanto, en nuestro caso, podríamos tener en cuenta variables como:

  1. Cuantas horas al día pasamos juntos?
  2. Cuál es el tiempo total de conversación con la pareja al cabo del día?
  3. Número de discusiones al día que mantenemos?
  4. Cuánto tiempo duran los enfados?

Tras un periodo de recogida de datos, contando si es necesario con el rudimentario método “palito-palito” y un cronómero, determinaremos cuál es la situación de partida de la relación y podré definir objetivos, alcanzables pero estrictos, a los que tendré que llegar tras un período de acciones concretas.

Una vez medido y conociendo la situación actual, hay que pensar acciones para mejorar, que es el caso que os expongo podrían ser:

  1. Definir una hora para salir del trabajo para dedicar más horas entre semana.
  2. Buscar actividades conjuntas que fomenten el desarrollo de la pareja.
  3. Tender al diálogo en vez de a la discusión.

Una vez hemos implantado las acciones que nosotros consideramos que tendrán un impacto positivo para el problema que nos acata, es momento de volver a medir con los mismos criterios iniciales las variables mencionadas anteriormente para poder comparar la situación final con la inicial y concluir, tras un período de tiempo, si dichas acciones han surgido efecto o no.

Sistemas de recogida de datos

Muchos pensaréis que el trabajo finaliza aquí, pero estáis equivocados; llegados a este punto, es necesario estandarizar e implantar el sistema de recogida de datos para continuar evaluado las variables que nos interesan y detectar si en algún momento volvemos a una situación como la de partida, momento en que se deben planificar nuevas acciones de mejora.

En el caso que no hayamos mejorado, no debemos desmotivarnos y tirar la toalla, sino que debemos encontrar las razones por las que las acciones no han funcionado y debemos aplicar nuevas acciones para lograr los objetivos marcados al inicio.

El caso presentado anteriormente, pretende ilustrar de manera cotidiana un proyecto de mejora, sobre el que vosotros ahora tenéis que reflexionar y aplicar sobre vuestras organizaciones Lean.

Los datos, que para nosotros son la base de nuestro trabajo, lo tenéis que convertir en la base del vuestro; coged el hábito de trabajar con ellos, tomar decisiones con ellos, afrontar mejoras con ellos, etc.

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