La semana pasada nos abandonó Steve Jobs, uno de los genios de nuestra época e impulsor de conceptos, algunos revolucionarios y otros, que se podrían considerar adaptaciones de cosas existentes, que facilitaban o acercaban un nuevo mundo de posibilidades al usuario.
Tengo que admitir que no soy un fan de Apple, apenas empiezo a utilizar algún dispositivo de la marca, pero sus propuestas han servido para romper muchos paradigmas en la industria del consumo y ha obligado a la competencia a hacer nuevos esfuerzos para seguir la estela que marcaba Jobs.
La creatividad según Steve Jobs
Esta misma creatividad es la que necesitamos a todos los niveles de la empresa, tanto para la creación de nuevos productos o servicios, nuevas aplicaciones o formatos de los mismos, hasta la mejora y/o reformulación de los procesos que realizamos.
La presión de los mercados y de la competencia hace que la velocidad en los cambios (innovaciones y mejoras) que realizábamos sea actualmente insuficiente requiriendo un mayor esfuerzo en todo el proceso asociado a la creatividad, desde que se promueve la creatividad, alguien tiene alguna idea para aportar, se canaliza y gestiona, se valora y, en caso afirmativo, se pone en marcha y se estandariza.
Como es evidente, todos podemos y debemos aportar nuestro granito de creatividad y, cuando sea el caso, facilitar la gestión de esa creatividad con la gente que tengamos bajo nuestra responsabilidad.
Algunos ejemplos:
- Todo el personal: mejorar el día a día del trabajo, muchas pequeñas cosas (mudas) que pueden facilitar el trabajo y mejorar la productividad, calidad, servicio, etc.
- Mandos intermedios: maneras para que sus equipos se gestionen y coordinen mejor, entre ellos y con otros equipos, dispongan de lo que necesitan para su trabajo, transmitan las necesidades de la empresa y las de sus equipos, faciliten y promuevan la creatividad de su gente, etc.
- Equipo directivo: nuevas o mejores maneras de gestionar los departamentos y áreas, la coordinación entre los mismos, nuevas oportunidades para los clientes, nuevas posibilidades de negocio, potenciar y gestionar la creatividad dentro de la empresa.
Todos, y todas las empresas y organizaciones, necesitamos (y disponemos en mayor o menor medida) de esa creatividad y tenemos referentes que nos demuestran que esa creatividad va más allá de las barreras que nos hemos autoimpuesto.
Descanse en paz, Steve Jobs.