¿La encimera está limpia?

El otro día estaba recogiendo la cocina y después de lavar los platos me di cuenta que la encimera estaba sucia. Se trata de una encimera clásica de colores negros y grises que queda bastante elegante pero que oculta la suciedad que tenga encima, sobre todo si se trata de elementos de pequeña dimensión como migas, etc.
Por un lado esa suciedad era señal de que no había limpiado adecuadamente (no seguía ningún estándar ni rutina definidos) y, por otra, me di cuenta que el color oscuro de la misma dificultaba el poder ver los pequeños residuos que se habían caído debido a la actividad que se realiza en la cocina. (como en la empresa, si hay una actividad u operativa en curso, es posible que se genere algo de suciedad). Lo más fácil con esta tonalidad de encimera es no darse cuenta y tener que fijarse para poder ver realmente el estado de limpieza de la misma.
Si buscamos situaciones similares en las empresas, aún encontramos lugares de trabajo y elementos que no facilitan una detección rápida de la suciedad y que, incluso, el entorno ayuda a «camuflar» la situación. Tonos verdosos, marronosos, oscuros,…
Ejemplos claros son el color del suelo o de las paredes que parecen querer camuflar las manchas habituales que se pudieran generar y que además, añaden una sensación de opresión bastante significativa, dan una sensación de “sucio” y “oscuro”. Otro ejemplo clásico es el color de la ropa de trabajo de los empleados o la del personal de mantenimiento. Todo enfocado a que si hay una mancha o suciedad, perdón cuando la haya porque sabemos que será inevitable, esta no provocará cambiar inmediatamente la ropa al ser “escandaloso”.
Todos estos elementos aportan un grado de “oscurantismo” que dificultan el poder mantener los puestos de trabajo en unas condiciones de orden y limpieza y poder exigir una disciplina en este sentido.
Es cierto que, si no controlo las fuentes de suciedad y no establezco sistemáticas de limpieza, por muy “luminosas” que estén las condiciones del entorno enseguida quedará cubierto por la suciedad, pero unas condiciones adecuadas facilitarán que el personal tenga un poco más de cuidado con estos temas ya que son mucho más evidentes, causan más “daño a la vista”.
Por lo tanto, si quiero lugares de trabajo limpios y ordenados, debería ser capaz de facilitar un entorno que ayude a que visualmente se mantenga de esta manera.

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