¿La fuerza del equipo?

Toni Nadal

(Dedicado a Toni Nadal, in memoriam)

La semana pasada nos llegó la fatal noticia de la muerte de Toni Nadal, uno de los «hombres del tiempo» de TV3, un experto apasionado de la meteorología y de la naturaleza, convincente ante las cámaras, y aún mejor persona, según sus propios compañeros.

Toni sufrió un accidente en los Pirineos. Uno de sus compañeros lo definió como un «GPS andante», puesto que su cerebro albergaba tanta información, o más, que los dispositivos que nos ayudan hace unos años, a no perdernos por esos mundos… Por tanto, Toni se conocía todos los recovecos que pudieran haber en el maravilloso Parc Natural d’Aigüestortes. Pero Toni iba solo. Y ello, a pesar de que no sea la causa definitiva de su óbito, quizá ayudó a demorar más tiempo del preciso su búsqueda y rescate.

No quiere decir que en equipo uno no pueda tener un accidente, pero hay ciertos aspectos colaterales cuando no estás solo, que pueden ayudar a que no se produzca la trágica noticia.

Ventajas de trabajar en equipo

Cambiando de asunto, sin cambiar de tema. En mi propia familia, hace algo más de un año, sucedió un problema a una persona, que de no haber sido por el compañero de trabajo que estaba con ella y, por supuesto, por la rapidísima y meritoria intervención de equipo médico, quizá hubiera tenido fatales consecuencias.

Abundando en el tema, hace un par de años, oí decir al Director General de uno de nuestros clientes esta frase, que me hizo pensar: «No es tan importante saber hacia donde vamos, sino que vayamos juntos». Es una frase que puede chocar, que puede ser contradictoria con lo que entendemos como saber a dónde vamos, principio importante y que queda bien decir en la empresa más tradicional, pero que tiene su punto en lo de que «vayamos juntos».

El equipo siempre es más que la suma de individuos.

El equipo siempre es más que un grupo de personas, solventa problemas que el individuo, por sí solo, no podría.

Cuando en las actividades que lideramos en las empresas, siempre hacemos énfasis en que todas ellas tienen que ser realizadas en equipo, en los famosos workshops, hay profesionales que ven una pérdida de tiempo, un consumo excesivo de recursos, y una excesiva participación de personas que tienen poco que aportar. Cuando lo que ocurre es exactamente lo contrario: ganamos muchísimo tiempo cuando tienes claro y lo preparas concienzudamente, aquello que hay que hacer; ahorramos muchísimos recursos infrautilizados en el quehacer diario; obtenemos lo mejor de las personas: sus ideas, sus pensamientos, sus soluciones, simplemente escuchándolas e interactuando con ellos.

No hay color, el equipo supera con creces a la individualidad. Es cierto que hay algunos (muy pocos) individuos que son auténticos cracks, pero también es verdad que cuanto mejor eres en tu cometido diario, más sencillo te muestras ante los demás. Los grandes cracks acostumbran a ser humildes. En el equipo no tienen cabida las falsas «estrellas», las que están poseídas por uno de los peores pecados capitales, el de la soberbia.

No vayamos solos, vayamos acompañados, en equipo, aunque en algún momento cueste. Nuestras dos empresas: en la que trabajamos, en primer término, y la de nuestra familia, en segundo lugar, nos lo agradecerán. Los resultados siempre serán mejores. Las empresas siempre serán más fuertes.

Descubre cómo transformamos organizaciones de todo el mundo

New business challenges, unprecedented business perspectives.

Suscríbete a nuestro blog

Impact Delivered in
your mail.

Los últimos artículos sobre el futuro del trabajo en tu inbox todos los meses.