La ciudad de Barcelona implantó en 2012 la denominada «Xarxa Ortogonal d’Autobusos» («Red Ortogonal de Autobuses«), con el objetivo de modernizar y adaptar el servicio de autobuses a las necesidades de los usuarios y de la propia área metropolitana, donde se incluyen otros municipios vecinos de la ciudad. La definición concreta del nuevo servicios sería la de «Autobús de tránsito rápido».
Lean para líneas de Bus
A día de hoy, ya están en funcionamiento 13 de las 28 líneas previstas, que se han ido desplegando de la siguiente manera: 5 en 2012, 5 en 2013 y 3 en 2014. El concepto que persigue el citado servicio de autobuses es el de permitir el desplazamiento por todo el área metropolitana, a un 95% de la población, con un único trasbordo, como máximo.
Las líneas se dividen en tres grandes grupos (ver gráfico en el inicio del post):
- Las líneas H, que transcurren en el sentido horizontal de la ciudad y que tienen como distintivo el color azul y los números pares.
- Las líneas V, que lo hacen en sentido vertical y que se diferencian por su color verde y sus números impares.
- Las líneas D, que circulan en diagonal y se identifican por su color lila y sus números múltiplos de 10.
Este servicio de autobuses, se distingue por las siguientes características:
- Menor frecuencia de paso (entre 5 y 8 minutos).
- Mayor y mejor número de conexiones (intercambiadores) con metro, tranvía y ferrocarriles.
- Aumento del número de carriles bus, con prioridad semafórica.
- Mayor velocidad en el recorrido, que permite hacerlo hasta en un 13% más rápido que el bus convencional.
Si analizamos lo anteriormente expuesto, podríamos llegar a convenir que los ingenieros de la compañía TMB («Transportes Metropolitanos de Barcelona«) saben alguna cosa sobre temas lean, porque han aplicado muchos de sus beneficios en la nueva distribución de autobuses en la ciudad.
Veamos la aplicación de Lean al bus:
- TMB tiene un road-map definido, en su plan de transformación, y va realizando el despliegue de manera escalonada y racional, para no romper de manera radical su modelo de transporte urbano.
- Como principio básico de actuación, han creado flujo al aumentar la frecuencia de circulación y del paso de sus vehículos.
- Lo que les permite, disponer de buses más pequeños, adaptados a las necesidades de la demanda de los ciudadanos. Sin detrimento, de la comodidad y el confort del pasajero.
- Han integrado en el proceso al usuario, al hacerlo conocedor de los tránsitos por las diferentes paradas, y de cualquier incidencia que se pudiera producir, todo ello en tiempo real, a través de medios tecnológicos a nuestro alcance.
- El bus actúa como un mizusumashi, con su correspondiente kanban de recogida de un número de pasajeros variable, en un ciclo de tiempo «fijo», es decir, con muy poca variabilidad.
- Han aportado la gestión visual, por medio de códigos de colores y a través de letras y números que permitan la fácil memorización de en qué sentido de movimiento se desplaza el autobús.
- En definitiva, el nuevo servicio dota de un alto nivel de seguridad al pasajero, ya que sabe que el transporte llegará con toda seguridad y que en el caso de perderlo, en pocos minutos, tendrá otro a su disposición.
El post de hoy es otro ejemplo, uno más, donde vemos que la aplicación de los principios lean es asequible para cualquier tipo de organización y proceso. Rompamos los paradigmas que nos encorsetan y dispongámonos a implantarlos allí donde nos sea necesario, que es en casi todos los procesos de nuestra empresa.