Sostenibilidad de un sistema Lean
Uno de los problemas que más preocupan a los directivos, que han decidido emprender el viaje del proceso de transformación lean, es el de la sostenibilidad del sistema. El de ser capaces de mantener en el tiempo aquello que se ha conseguido. Cuanta más incertidumbre tengan, más inequívoca será la señal de que no están dando los pasos en pro de la comprensión y de la construcción de una empresa lean. Tema fundamental para albergar esperanzas a futuro, de que su empresa registrará un cambio de 180° en la manera de pensar y actuar.
Pero hoy, quiero conectar ese tipo de sostenibilidad, con otra que tiene que ver con el medio ambiente y la ecología y, en definitiva, con la Sociedad, uno de los mas importantes stakeholders, por definición.
La Economía Circular
De un tiempo a esta parte, se habla mucho de la evidencia del cambio climático en nuestro planeta Tierra. Y acompañando a esa irremediable pérdida, surgen conceptos como lo es el de la «Economía Circular», que tiene que ver, y mucho, con la sostenibilidad de un proceso de Mejora Continua en nuestras empresas.
Según la «Fundación para la Economía Circular» (economiacircular.org), por «Economía Circular«, entendemos «un concepto económico que se incluye en el marco del desarrollo sostenible, y cuyo objetivo es la producción de bienes y servicios, al tiempo que reduce el consumo y el desperdicio de materias primas, agua y fuentes de energía».
Simbiosis Industrial
Otro de los conceptos, relacionado con el anterior, que se está utilizando cada vez más, es el de la «Simbiosis Industrial» (también denominada «Sinergia de Subproductos») que R. Pastor definió como «herramienta que se basa en esencia en conectar físicamente a empresas vecinas (vía tuberías o transporte automotor de las sustancias), de cara al intercambio prolongado de agua, materiales (residuos) y energía con el fin de reducir costos de producción y tratamiento de residuos”. El objetivo final es el de valorizar los residuos que puedan producirse en un proceso industrial.
Por lo tanto, si somos capaces de producir con menos materias primas y sin mermas en el consumo de las mismas (aquello de «hacer más con menos»), estaremos mejorando nuestro rendimiento económico en forma de un mayor margen de contribución bruto. Y si ello lo combinamos con qué el máximo número de subproductos que puedan aparecer en nuestro proceso productivo es reutilizado, creando flujo a través del acercamiento de las diferentes fases del proceso, lo que implicará un menor uso de los recursos primarios en la producción de nuevos productos, el beneficio es aún mayor, desde una óptica operacional.
Para concluir, pienso que es evidente que tener una buena política de sostenibilidad ecológica, la que nos afecta a todos, conducirá indefectiblemente a una mejora en la sostenibilidad de un sistema de producción basado en las dinámicas del Lean Manufacturing. Las bolsas de ineficiencia que tenemos en las empresas (y la de las materias primas o componentes es de las más importantes), pagará con creces todo aquello que tengamos que hacer para preservar la sostenibilidad medioambiental. Con ello, conseguiremos contentar a dos stakeholders de una vez: la «Sociedad» y la «Propiedad». No está nada mal.