En los últimos tiempos, nos ha tocado vivir una entorno de crisis económica que ha agudizado la situación de muchas empresas. Ese entorno ha sido definido como VUCA, acrónimo de las palabras inglesas: Volatility (volatilidad); Uncertainty (incertidumbre); Complexity (complejidad); Ambiguity (ambigüedad). ¿Y qué significa todo ello en el mundo económico y empresarial?
- Pues que cuando hablamos de volatilidad, estamos diciendo que nos movemos en un entorno inestable.
- Cuando de incertidumbre lo hacemos, nos referimos a que no disponemos de la seguridad necesaria para tomar decisiones.
- Si a lo que nos referimos es a la complejidad, denotamos que nos toca transitar por un entramado de actividades difíciles y complicadas.
- Y, finalmente, cuando de ambigüedad hablamos, queremos indicar que estamos en un ambiente de trabajo confuso, por las muchas interpretaciones que pueden hacerse de las cosas.
Como puede apreciarse, la situación, el entorno no es excesivamente agradable. Y hace que nuestro conocimiento previo pueda verse afectado, por la «ley del retorno a cero»: todo aquello que sabíamos ha cambiado, o bien, es radicalmente diferente a cómo lo hacíamos.
Herramientas, metodologías y cambio cultural.
No hay duda que estamos en una encrucijada de la que debemos salir con éxito. Para ello es importante disponer de sistemas, metodologías y herramientas que por medio de unas grandes dosis de liderazgo nos permitan hacerlo y que nos conduzcan al buen puerto de un cambio cultural, adaptado a las circunstancias actuales.
Una de las posibilidades (a día de hoy, la más exitosa) es la utilización de los principios lean, que nos permitirá combatir el problema mediante el robusto binomio idea-acción, trabajado de manera constante, sin descanso.
Y podríamos resumirlo en otro ciclo VUCA, esta vez formado por otras palabras con sus mismas iniciales: Vision (visión);Understanding (comprensión); Clarity (claridad); Agility (agilidad).
Veamos cómo podemos actuar mediante estas cuatro etapas:
- Tener la suficiente visión para establecer cuál es nuestra situación actual y cuál debe ser nuestro destino futuro. Si no sabemos a dónde vamos, dificilmente conseguiremos triunfar.
- Saber parar a tiempo, para mirar y escuchar al entorno (los stakeholders), con el propósito de replantear todo aquello que haga falta, por muy arraigado que pueda estar en la organización, y comprender el porqué debemos hacerlo.
- Superar el caos que se haya podido generar en la empresa u organización, dada la situación vivida, centrándonos en trabajar allí donde ocurren las cosas, en el gemba correspondiente. Toda la verdad emana de ese lugar.
- Ser muy ágiles en nuestra toma de decisiones y en la implementación de las mismas, para no perder el ritmo de la competitividad en nuestro mercado.
Si somos capaces de asumir quiénes somos y en dónde estamos, tendremos mucho camino recorrido para superar cualquier problemática que se nos haya planteado, en este dificil y a la vez apasionante tiempo que nos ha tocado vivir. A partir de ahí, sólo nos cabe mejorar de manera continua y progresiva.