Comienzo la semana con este post, que en ningún caso pretende versar sobre temas políticos, a pesar de su título y de la imagen que le acompaña. Aunque es bien cierto que los valores de la República Francesa se han convertido en universales desde hace más de dos siglos. Y, ¿por qué no?, seguro que nos pueden ayudar también en el mundo empresarial.
Transformación en la empresa
Cuando las empresas, ya sean grandes o pequeñas, quieren transformarse o reconvertirse, a través de sistemas y dinámicas de mejora continua o lean, debemos tener en cuenta tres factores fundamentales:
El primero, el de la autonomía que requieren las personas y los equipos para llevar a cabo con determinación aquello que les va a conducir a la excelencia operacional. Sin esa libertè no conseguiremos los objetivos que andamos buscando. Todas las personas de la organización han de tener derecho a voz y a voto en las actividades de Mejora Continua.
El segundo, el de la uniformidad de acción entre las partes. Ya sean departamentos diferentes de una misma empresa, planta o establecimiento; o bien, plantas o establecimientos dentro de un mismo grupo o corporación. Lo que se pretende con este factor es que todo aquello que se haga en la organización se impregne de un halo de uniformidad, que se transforme en la nueva cultura dominante, en la manera de hacer que ocurran las cosas de la empresa. En definitiva, la égalité de los ciudadanos franceses. Todas las personas de la organización han de tener el mismo nivel de acceso a la información que se precise y a trabajar en los estándares que ayuden a igualar el conocimiento de todos los empleados.
El tercero y último, el del trabajo en equipo, tan necesario como imprescindible para que cuajen los resultados esperados por la empresa, con ese dar sin pedir nada a cambio, tan propio de la fraternité, porque de eso se trata de que exista un intercambio constante en todas aquellas actividades que se están realizando, y que pueden ser compartidas por el resto de colegas.
Las tácticas del Gemba
Resumiendo y concretando con tácticas del gemba, para cubrir las expectativas del slogan revolucionario, podríamos decir que nos harían falta hacer actividades muy participativas, sobre el terreno, en conjunto con nuestro equipo, sin tener más gobierno que el del propio grupo de personas que lo conformen. De esta manera, la revolución silenciosa lean ira contaminando y transformando todas las áreas de la empresa y está será mucho más eficiente.