En medio de una conversación informal de hace unos días apareció esta disyuntiva referente a la Mejora Continua.
El concepto Mejora Continua es tan amplio e incluye tantas posibilidades que todo el mundo afirma hacer Mejora Continua y, según el criterio de cada uno de lo que ello significa, además es cierto.
La mejora continua ofrece continuas mejoras
La Mejora Continua aparece en diferentes normativas y sistemas como podrían ser ISO 9001:2008, EFQM, etc. y se habla de la misma desde los tiempos del señor Deming con su PDCA y SDCA.
Uno de los problemas que aparecen es que hay gente que justifica el realizar la Mejora Continua al poseer la ISO, cosa que podría ser verdad si realmente se aprovechara esta normativa para mejorar los procesos y no sólo como un papel que hay que tener para poder vender a ciertos clientes.
Otro problema que aparece sucede cuando, a pesar de hacer Mejora Continua en la forma que cada uno considere apropiada para el término, ésta se queda en su fase inicial donde se realizan muchas reuniones, la teoría y planificación y nada o poco llega hasta el lugar de trabajo (gemba).
No hay acciones concretas ni cambios realizados, sólo palabras. No hay Continuas Mejoras.
Por otro, una vez que hemos informado y convencido a nuestra gente con la necesidad de que aporten ideas y sugerencias, de crear comités de mejora, círculos de mejora, kaizen, grupos de mejora y otras agrupaciones varias el resultado que ven al final es…nada. Ningún cambio desde la situación de partida.
Al final la voluntad de la empresa, sus ganas de mejorar, se demuestran en el día a día a medida que se visualizan cambios, de diferente entidad según la necesidad y los recursos. Todos queremos ver que las mejoras se van realizando de manera más o menos constantes y no se queda sólo en grandes palabras que se dijeron en una reunión o cuando se discutía la estrategia de la empresa.
Accion rapida contra sistemas, reuniones y planificaciones inabarcables e inacabables.