La Fundación Europea para la Gestión de la Calidad (EFQM: European Foundation for Quality Management) es, según su propia definición: “Una fundación sin ánimo de lucro, con sede en Bruselas que cuenta con más de 500 socios repartidos en más de 55 países. Esta fundación define el modelo EFQM de Calidad y Excelencia, como vía para la autoevaluación y la determinación de los procesos de mejora continua en entornos empresariales tanto privados como públicos”.
Valores que sustentan el modelo EFQM:
- Añadir valor para los Clientes: como el camino de la verdad hacia la excelencia.
- Mantener en el tiempo, resultados sobresalientes y crear un futuro sostenible: como soporte de la supervivencia de la empresa en el medio y largo plazo.
- Alcanzar el éxito, mediante el talento de las personas: la única senda para obtener resultados extraordinarios, en todos los niveles de la empresa.
- Desarrollar la capacidad de la organización: como pilar fundamental, para consolidar el talento de las personas.
- Gestionar con agilidad: para conseguir que la organización reaccione y “proaccione”, con diligencia y rapidez, ante cualquier evento de cambio que sus suscite.
- Aprovechar la creatividad y la innovación: como elemento disruptivo en el proceso empresarial.
- Liderar con visión, inspiración e integridad. Para guiar a buen puerto todos los puntos anteriores. Sin liderazgo, todo lo demás se diluye.
Principales conceptos que conforman el modelo EFQM:
- Orientación hacia los resultados: a través de una gestión excelente y unos procesos que resalten entre los de sus competidores.
- Orientación al cliente: para conseguir el debido posicionamiento y la diferenciación que identifique a la empresa, como uno de los players destacados en su mercado.
- Liderazgo y coherencia: con un mensaje a la organización elocuente, determinado y que dé ejemplo a todo el equipo.
- Gestión por procesos y hechos: para evidenciar que todo aquello que se trata es cierto y se aviene con lo que hay definido en los flujos de información que recorren la compañía.
- Desarrollo e implicación de las personas: como factor de motivación intrínseco, más allá de los reconocimientos convencionales.
- Proceso continuo de aprendizaje, innovación y mejora: como fundamento del progreso presente y futuro.
Desarrollo de alianzas: para alcanzar metas que no se podrían conseguir sin esa colaboración externa. - Responsabilidad social de la organización: como integración en la Sociedad en la que le toque vivir a la organización y a sus colaboradores.
Agentes del Modelo EFQM: Liderazgo y Procesos
Cuando se habla de Management, integramos dos conceptos básicos en el idioma español: el liderazgo y la gestión. La autoridad (quién debe liderar aquello que debe hacerse) y los procesos (cómo se va a gestionar lo que debe conseguirse).
El liderazgo es uno de los pilares de cualquier empresa, en pos del Alto Rendimiento, y éste está apoyado en apartados fundamentales.
Los procesos son el segundo pilar, en el ámbito de los agentes del Modelo EFQM. Sin unos procesos excelentes, trabajados mediante la Gestión por Procesos por parte de los equipos (personas y otros recursos), en el lugar donde ocurren y transcurren las cosas; no se cosechará el triunfo de la excelencia en el contexto de que se trate.
Todo ello con las siguientes premisas de actuación:
- Las personas que configuran el equipo de la organización o empresa, y el talento subyacente que tienen dichas personas.
- Las políticas y estrategias que deben diseñarse en la compañía, por medio, de los diferentes estándares, rutinas y hábitos, que consigan llegar al nivel y estado de cultura corporativa que se pretenda.
- La alianzas y recursos que requiramos, para alcanzar los diferentes propósitos que sean de obligado cumplimiento, con o sin soporte externo, que conduzca al nivel de excelencia y calidad indispensable.
No teman a la disrupción.
Conviértanse en una Organización Exponencial! →Resultados del Modelo EFQM
Una vez trabajados los puntos anteriores, relacionados con los agentes, y nunca antes; pasaremos al siguiente escalafón del modelo EFQM, el de los resultados clave del sistema.
Estos, estarán cimentados en tres grupos diferentes de resultados; a cual más importante. Como lo son, aquellos que tienen que ver con tres de las figuras destacadas de los stakeholders de cualquier empresa. En ambos casos, hablar de Calidad, Coste y Servicio, será una constante a tener en consideración:
- Los resultados relacionados con las Personas. Todo aquello que tenga que ver con el desempeño y el rendimiento de los diferentes colaboradores de la organización, para conseguir más con menos. Palabras como productividad, eficiencia y eficacia, cobran un muy alto significado en la empresa.
- Los resultados relacionados con los Clientes. Todo aquello que tenga que ver con la calidad técnica y de servicio, para la relación con los Clientes. Y la obtención de la correspondiente satisfacción i fidelización de los
- Clientes y Consumidores, de los productos y servicios de la organización.
- Finalmente, los resultados relacionados con la Sociedad, en general. Es decir, todas aquellas repercusiones que pueden influenciar en el entorno que rodea a la compañía, ya sea económico, social, político y/o medioambiental. El rol de las empresas y de las organizaciones en la Sociedad es vital para un mejor funcionamiento mercado empresarial, en concreto, y del mundo, en general.
El proceso de innovación y aprendizaje del Modelo EFQM
Para finalizar todo el proceso del Modelo EFQM, debe contemplarse todo aquello que esté relacionado con la Mejora Continua. Mediante el proceso de innovación (se hace aquello que nunca antes se había llevado a cabo: nuevas maneras de hacer las cosas) y del aprendizaje continuo (learning lessons) para conseguir caminar hacia la excelencia operacional y organizativa de la empresa.
Sin un modelo transparente de Mejora Continua, las empresas no pueden progresar; de ahí la importancia de un Modelo de Excelencia EFQM, por poner un ejemplo. Si las organizaciones no progresan, se quedan anquilosadas y atrapadas en el tiempo, llegando a pensar que todo lo que hacen ya es correcto. Si no se piensa en qué y en cómo avanzar, la organización estará herida de muerta. La adaptación al cambio ha de ser constante y continua. Ya que no existe nada más permanente que el cambio.
