Hacia la organización Horizontal
Romper con este tipo de organización tradicionalmente vertical, es una de las grandes oportunidades que tenemos en las compañías. Abandonar la premisa de que siendo «muy buenos» en nuestra área, haremos buena a nuestra empresa.
Hace muchos años que veo personas, departamentos y empresas que «en lo suyo» son muy buenos, pero que toda esa bondad no llega al cliente de turno, que se queja amargamente de la falta del first-time-quality en todas sus facetas de calidad y de servicio, cuando no decide cambiar de empresa proveedora, porque la actual está muy pendiente de temas que a él como cliente, ni le van ni le vienen. El óptimo local es argumento totalmente necesario, pero no es argumento suficiente, para conseguir el objetivo final de la empresa, que hemos citado en la última frase de hace dos párrafos.
Si os parece, vamos a ajustar las velas de nuestro barco, con el rumbo que nos hemos marcado que no ha de ser otro que el de ser los mejores y los más competitivos de nuestro sector, para perdurar en el tiempo, y ello lo conseguiremos, haciendo todos un trabajo excelente desde que un cliente quiere algo, hasta que ese algo les es entregado, sin olvidar que para que ello ocurra, es necesaria la colaboración de todo los miembros del equipo, actuando en el sentido horizontal de nuestros procesos y flujos, ya que los pedidos de los clientes son el leit-motiv de nuestra horizontalidad.