Desde que entramos en la Unión Europea nuestro país ha sido siempre propenso a recibir subvenciones por casi todo, con el fin ideal de ayudar a generar riqueza o proteger algunos sectores. En la práctica también ha generado algunos casos de abusos y excesos al ver tanto dinero de fácil acceso que, prácticamente sin hacer nada, estaba a nuestro alcance.
La llegada de la crisis ha acentuado esta situación ya que las empresas no disponen de dinero para hacer demasiadas cosas y se va a la busca de subvenciones que nuestros gobiernos, locales, regionales, nacionales o europeos nos puedan ofrecer para sobrellevar el bache. Por poner un ejemplo, la formación subvencionada es prácticamente la estrella en las empresas, por ser la que tiene más facilidad de acceso.
Subvenciones para la Mejora de Procesos
En la Mejora de Procesos ocurre algo similar y una de las tendencias de los ultimos tiempos es que muchas actividades de Mejora se realizan con ayuda de alguna subvencion. Con la llegada de la crisis esta situacion se ha acentuado llegando hasta extremos de que no hay Mejora Continua o Mejora de Procesos si no hay subvencion.
No vamos a negar que, ante la posibilidad de subvencionar una actividad, se hagan las gestiones necesarias para poder aprovecharlo, pero la empresa debería plantearse la realizacion de estas actividades por la necesidad que tiene de cambiar cosas o hacerlas diferente, no en funcion de si hay o no una subvencion. Independientemente de si se realiza internamente o con ayuda externa.
Otro riesgo es el de las cosas gratis. Mis sabios padres siempre nos inculcaron que, en la vida, cosas gratis había pocas y recelase de las mismas. Además «si es gratis…» me lo apropio aunque no sirva para nada, sólo hay que ver las colas de gente cuando hay algo gratis. En el terreno de las empresas sucede que se apuntan a hacer actividades, sin saber muy bien de que va la historia y el trabajo que genera, dado que existe una subvención que nos permite hacerlo.
Que vengan… total… es gratis (o casi)
Esto lleva a falta del interes y compromiso necesarios y a una dificultad para los participantes dado que es mas trabajo sobre el que ya tenian y con una falta de convencimiento. No es algo prioritario.
Esta situación puede tener otro efecto colateral futuro muy peligroso que es que nuestras empresas nos sean capaces de mejorar sin subvención…
Es muy diferente cuando hay unos objetivos definidos por necesidades del mercado o cuando viene alguien externo, que siempre parece muy caro, y al que hay que sacar el máximo rendimiento durante el tiempo que está en la empresa aportando los recursos (humanos, tiempo, pequeñas inversiones,…) que sean necesarios para conseguir los objetivos de la actividad.
Como remate final estarían las empresas que supuestamente ofrecen formación o actividades de Mejora que lo que están haciendo en realidad, es vender una subvención…