¿Por qué es interesante reducir el lote de producción?

Como  último post de la temporada antes de vacaciones he optado por hablar de un tema candente, la reducción del lote de producción.



La reducción del lote de producción

A veces parece que vamos a predicar en el desierto cuando planteamos a las empresas que deben reducir sus lotes de producción (y también de compra) para ser más eficientes y flexibles. Normalmente esta reducción pasa por reducir el tiempo de cambio asociado a la producción o el lote de compra en el caso de proveedores, aumentando en ambos casos las frecuencias de producción y entrega.


La tendencia histórica es la de producir lotes lo más grandes posible. Considerando el tiempo de cambio necesario entre la producción de una referencia y la siguiente como una pérdida, un coste,  y teniendo que repartir este coste entre las piezas a producir a continuación, interesa producir el máximo de número de piezas o unidades para que el impacto por unidad sea inferior.




Más unidades, lote más grande, menos coste unitario.

También es cierto que los propios equipos muchas veces están pensados para trabajar con grandes lotes, que es cuando aportan buenos rendimientos, y no con pequeñas producciones en la que no se consiguen los resultados esperados. Se favorece la tentación de “aprovecha que ahora va bien para tirar lo que puedas” (sobreproducción) ya que muchas veces los ajustes del propio cambio complican la producción.


Desde el punto de vista de los empleados, los procesos de cambio, normalmente, significan una carga de trabajo y complicación superior a la correspondiente a régimen de producción, además de un menor retorno. Además de ser un mayor esfuerzo, éste no se ve recompensado con productividad.


Por otro lado el mercado, en todos los sectores, está evolucionando a velocidad agigantada hacia pedidos de cantidades pequeñas (lotes pequeños) y alta frecuencia de reposición.


Con este panorama es interesante ir al otro lado de la balanza y plantear cuáles son los dos beneficios principales de reducir los lotes de producción.



Aumento de la flexibilidad

Mejora de la velocidad de respuesta y disponibilidad. Lotes de producción más pequeños permiten que se puedan plantear horizontes de planificación a más corto plazo, fabricar más veces una misma referencia y que sea más fácil introducir en la planificación una nueva referencia sin generar un gran perjuicio. Se dispone antes de mayor variedad de producto con menor stock.



Reducción de stock

Al disponer de más velocidad de respuesta y poder plantear  fabricaciones más cortas (con los mismos costes unitarios) permite rebajar los niveles de stock.


Consecuentemente el espacio necesario para almacenar el mismo se reduce, así como facilitar la gestión del almacén.


Se reducen los obsoletos por diferencias entre lo producido y lo vendido, así como los que se generan en los lanzamientos de nuevos productos que convierten en obsoletos las versiones anteriores.


Espero que el post haya acabado de convencer a los escépticos y anime a las empresas a ir ajustando su manera de trabajar para adaptarse a las tendencias que marcan los mercados ya que la diferencia habrá que pagarla en forma de stocks.


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