En uno de los grupos de la red socio-profesional «Linkedin», he podido leer un artículo de Marcelino Sánchez, Managing Director, de SmartChange LLC, titulado como el post que acabo de iniciar.
6 diferentes posibles causas del fallo de un proyecto:
Problema mal definido:
- un clásico de los proyectos, que hace que nos encontremos en un «callejón sin salida».
Objetivos del proyecto confusos:
- no se sabe definir con claridad qué es lo que pretendemos con el proyecto.
Equipos no alienados respecto a lo que tienen que hacer:
- el grupo que debe trabajar en el proyecto no se siente integrado con lo que se va a llevar a cabo.
Falta de soporte y promoción por parte de los líderes:
- siendo habitual este tema, dada la poca «fe y creencia» que los responsables ponen en el trabajo a realizar.
No se atacan los principales problemas de los implicados:
- lo que se va a hacer pasa por encima de lo que se necesita hacer, por tanto, «solucionamos» problemas a los que nadie ve su utilidad ni necesidad.
No se logran cambiar los sistemas y estructuras que refuercen el cambio:
- la no sostenibilidad del proyecto acometido, viene dada porque no se piensa en cómo dotar de recursos al proyecto.
Si lo relacionamos con un proyecto de mejora continua, podríamos extraer las siguientes reflexiones, a modo de conclusiones:
- En muchas ocasiones se empiezan proyectos de mejora continua, pensando que es un tema puntual, y debido a la «presión socio-económica-modal» que nos obliga a hacerlo. Por tanto, el problema está mal definido de inicio.
- Lo que se pretende hacer (mejorar de manera continuada y sostenida nuestra empresa, a lo largo del tiempo) no se explica adecuadamente, encontrándonos con que estamos haciendo «un curso más»…
- «¿Yo qué hago aquí?», es una pregunta típica en muchos de los participantes en actividades de mejora continua, que ni saben por qué han de participar, ni con qué fin, llevándoles a pensar que es una pérdida de tiempo.
- En algunas ocasiones el «sponsor» del proyecto no aparece por el mismo, en ningún momento, por lo que no está dando el debido soporte. No es sólo un tema económico, es un tema de motivación de tu equipo.
- Cuando los participantes en el taller, observan qué problemas se pretenden atacar, se percatan de que sus problemas diarios, los de verdad, quedan soslayados, produciéndoles cierta perplejidad.
- A veces se quiere hacer mejora continua en sesiones muy cortas y «fuera de horas» lectivas, con lo que se consiguen reuniones de equipos que no pueden desarrollar todo aquello que haría falta. Se lo toman como «una actividad más, que servirá de bien poco…»