En una de las visitas que realicé en mi última estancia en México, me entrevisté con un grupo de directivos, encabezados por su Director General.
Estaban interesados en profundizar en temas de capacitación sobre Mejora Continua de procesos, en general, y hacerlo a través de nuestros Actio Games, en particular.
Entrenando personas
El entrenamiento de las personas que configuran la plantilla de una empresa es vital. Sin formación no hay progreso. No existe la base sólida para sentar la Mejora Continua.
Pero la reunión dio un giro (in)esperado cuando el máximo responsable de la planta adujo, en un momento de honesta inspiración, que estaba muy de acuerdo con formar a su gente, como así venían haciendo desde siempre, pero que necesitaba también que pasaran cosas en el gemba.
Esta anécdota ha dado pie a esta entrada en nuestro Blog, y me hace recordar un post anterior en el que definí los cinco niveles de formación (¿Formas o entrenas?), en el que se puede ver, que todo concluye en el doing. Es decir (y me voy al extremo), si la formación no sirve para hacer cosas, para cambiar el orden y el estado de las mismas, ¿para qué sirve? ¿para acumular conocimientos teóricos? ¿para amontonar diplomas o certificaciones? Y ello está bien, pero hay que ir un paso más allá, y que todo el conocimiento adquirido, se note en la planta.Entiendo el «desepero» del Director General. Y lo comprendo porque lo he vivido en primera persona.
La mejora contínua
Vuelcas recursos de todo tipo en hacer más fuertes a la empresa y a las personas que la forman, y no pasa nada… En muchas ocasiones, se ha disociado la capacitación de la acción, como si aquello fuera un puro trámite, y esta un puro devenir del día a día, que no está en nuestras manos.
Pongámonos manos a la obra y hagamos formaciones eminentemente prácticas que incidan en la empresa y en la cuenta de resultados para bien, o dicho de otra manera, para ser más competitivos.