Hace ya un tiempo que en el sector hospitalario se está «cociendo» algo… Son unas cuantas, las noticias que han aparecido en los medios, hablando al respecto.
Que si restricciones de servicios sanitarios; que si co-pago de los medicamentos; que si la gente mayor «abusa de la hipocondria» y van demasiado al médico; que si atendemos a todos los inmigrantes, al ser universal el servicio de salud; que si medicamentos genéricos en lugar de marcas; que si medirán la productividad de los médicos; que si reduciremos las dosis, recetando un par de pastillas, en lugar de una caja; que si receta electrónica; que si hay que reducir las listas de espera; que si…
En definitiva, el tema es tan importante, en lo social y en lo económico, que siempre dará que hablar, pero en estos últimos tiempos, la cantidad y el tono de la información van en aumento, con «avisos a navegantes» en todas las direcciones.
Enfoque a resultados en Healthcare
Los esfuerzos por intentar combinar economía con bienestar son loables, pero a lo que se ve, estamos enfocados a los resultados en lugar de estarlo hacia el proceso. Todos los problemas o cuestiones planteadas en el segundo párrafo de este post, atacan «el final de la historia» sin reparar en cómo son los procesos que sustentan a la organización. A los efectos, se asemeja mucho a lo que hacen muchas empresas: «intentar meterle más precio al cliente», «o menor calidad o cantidad», «apretar a los operarios para que hagan más piezas», etc.
La dinámica lean healthcare va a la médula espinal del proceso y se pregunta otras cosas, que al final convergen en un mejor resultado y en una mayor satisfacción de todos. Observemos cuáles son:
Definición y reducción de las acciones sin valor añadido,
- con el objetivo de incrementar las tareas de valor añadido, tanto para el paciente como para el centro.
Análisis y estudio del proceso,
- para conseguir mejorar la atención facilitada a los pacientes, con reducción de los tiempos de espera, de pruebas, de análisis y de resultados.
Mejora y estandarización de los procesos,
- para asegurar la calidad de la asistencia y reducir el stress del personal asistencial.
Optimización y aumento de la disponibilidad de los recursos existentes
- (personal, equipos, materiales, máquina, equipos), lo que no significa que sean los recursos de una «fábrica», pero que si afecta al erario (es decir, a todos) de manera significativa.
Ahorro de espacios y volúmenes,
- a través de la racionalización del suministro y consumo de materiales sanitarios.
Todo mi respeto y admiración para unas tareas tan sacrificadas y abnegadas como las del sector hospitalario, pero no nos cabe otra alternativa que mejorar el sistema (los procesos), antes de que se nos escape de las manos.