A lo largo de los años se han desarrollado una gran cantidad de sistemas y metodologías dirigidos a la gestión de proyectos. La mayoría de ellos han sufrido evoluciones y, principalmente durante las últimas décadas, se han adaptado a un entorno cada vez más incierto, adaptándose a las nuevas necesidades que planteaban las empresas en sus proyectos.
Modelo Scrum, un cambio de visión.
Actualmente, hay un nuevo modelo de trabajo que ha adquirido una gran popularidad desde que fue desarrollado en los años noventa del siglo pasado. Se trata del sistema Scrum, un marco de trabajo útil para la gestión de productos complejos en entornos en los que hay una elevada incertidumbre.
Es muy probable que gran parte de su éxito radica en el enfoque que adopta este nuevo sistema. Hasta el momento, la gran mayoría de técnicas, metodologías o sistemas de gestión de proyectos pretendían asegurar una previsión detallada del futuro. De algún modo, todos ellos intentaban controlar o eliminar la incertidumbre asociada a este futuro.
Ejemplo de ello son los diagramas de Gantt, que venimos aplicando en multitud de proyectos desde que Henry Gantt los creó a principios de siglo pasado con el objetivo inicial de planificar la producción y la logística del ejército durante la primera guerra mundial. O, el mismo modelo PERT, ampliamente utilizado en la gestión de proyectos y que tuvo su origen en la marina de los Estados Unidos para el desarrollo del proyecto Polaris.
En todos los casos, cada una de estas técnicas pretendía controlar la incertidumbre de la totalidad del proyecto desde el momento en el que se hacía una planificación inicial. No obstante, como decía Niels Bohr, es muy difícil hacer previsiones, especialmente si son de futuro. Por este motivo, en la mayoría de proyectos, las actualizaciones del plan y el seguimiento de desviaciones son una rutina más del proyecto, muy a menudo percibidas como un fracaso en la gestión del proyecto.
La gestión de la incertidumbre y el Modelo Scrum.
El modelo Scrum supone un cambio en la manera de tratar esta incertidumbre, puesto que presenta un marco de trabajo en el que ésta se asume como un factor relevante del proceso. En lugar de controlarla, el modelo plantea un enfoque del trabajo en ciclos reducidos e iteraciones que de manera incremental desarrollan el producto. Con este enfoque se pretende asegurar la predictibilidad del proceso y reducir de manera significativa el riesgo.
A nivel práctico (a diferencia de las técnicas de Gantt y PERT), el modelo no dispone de una herramienta específica de trabajo, sino que por el contrario, se centra en crear una estructura organizativa en la que, el equipo Scrum avanza a base de ‘sprints’ de corta duración que tienen un objetivo claro. Durante estos ‘sprints’, el equipo revisa a diario el avance del trabajo y determina acciones para llegar al objetivo.
Este modelo que sólo planifica aquellos periodos de tiempo en los que se puede prever el resultado es de gran utilidad en aquellos sectores y proyectos que conviven en entornos cambiantes en los que, la realidad a medio o largo plazo es totalmente imprevisible.