Con esta entrada, finalizo mi participación en el presente curso bloguero. En esta semana, acabamos nuestra quinta temporada en Mudaland. Parece que fue ayer…
Cuando echas la vista atrás, te das cuenta que nuestro blog tiene la misma edad que la «Crisis del 2008», por tanto, hemos coexistido con ella, ayudando a mejorar en los procesos, operaciones y negocios a muchos profesionales y empresas, a la vez que intentábamos insuflar ánimos a todos nuestros seguidores, en estos tiempos tan complicados.
Think-outside-the-box
Desde hace ya un tiempo, venimos oyendo una frase que nos incita a salir de nuestro cubículo, a ver mundo más allá de nuestra nariz, en definitiva, a pensar fuera de lo que tenemos establecido, por norma. Con toda seguridad, el «think-outside-the-box» lo habréis visto, oído o leído en muchas ocasiones. Y la idea es buena y necesaria para avanzar en nuestras actividades, viendo que se cuece por otros lares, donde también hacen cosas, y bien.
En esta ocasión, justo a la finalización del año, voy a intentar hacer una reflexión sobre la idea contraria, porque, por mucho que queramos irnos al exterior de «nuestra caja», tenemos que conseguir que el interior de la misma funcione a las mil maravillas.
Think inside the box
¿Y qué entendemos por «nuestra caja»? Pues todo aquello que tiene que ver con nosotros mismos, desde una perspectiva de empresa: a nivel personal (nuestro cuerpo, cerebro incluido), a nivel profesional (nuestro lugar y ámbito de trabajo) y a nivel empresarial (nuestras áreas y departamentos). En todos y cada uno de ellos, hemos de intentar exprimir al máximo nuestras capacidades. No nos podemos permitir que en un entorno de crisis tan difícil, no aprovechemos todo nuestro potencial interno. Y, por desgracia, aún vemos algunos recursos demasiado infrautilizados, en algunas de las empresas con las que tratamos a diario.
Apliquemos todas las dinámicas y herramientas que utilizamos día a día, en cualquiera de los tres niveles citados en el párrafo anterior. Y cuando «todo haya pasado», seguro que estaremos mucho más preparados, para ser todavía mejores de lo que lo eramos en el pasado. No olvidemos que, a pesar de las dificultades que afrontamos, todo, absolutamente todo, empieza porque nuestra «box» funcione de manera perfecta en su interior.
Aprovechemos este momento de parón veraniego (allí donde lo tengan) para pensar en los buenos propósitos del próximo curso, que esperemos que sea mejor que los precedentes. Seguro que todos juntos sobreviviremos a la crisis, y que Mudaland nos seguirá ayudando a ser un poco mejores, que es de lo que se trata.
¡Hasta la vuelta!