La estrategia a medio-largo plazo es la gran desconocida de muchas empresas. Aunque no os lo creáis, es una afirmación tan cierta como peligrosa y preocupante.
Toda organización que tenga una mínima intención de sobrevivir un periodo de tiempo, en este mundo lleno de competitividad, debe tener un plan estructurado, definido y marcado sobre el que trabajar. Por esta razón, la clave para saber dónde estarás mañana, recae en 3 sencillas preguntas:
- ¿Por qué existe nuestra empresa?
- ¿Hacia dónde se dirige nuestra empresa?
- ¿Cómo conseguiremos llegar hasta ahí?
Estrategias a largo plazo.
En este caso, no me estoy refiriendo a una hoja de ruta de mejora continua, tema más que tratado en este blog, sino me estoy refiriendo a la totalidad de la empresa. Me refiero a la estrategia a nivel de productos, a la estrategia comercial y marketing, para dar a conocer y lanzar al mercado estos productos; me refiero a los procesos internos de IT para coordinar los equipos de trabajo, también me refiero a las operaciones que permitirán producir y enviar el producto al cliente, pienso en el desarrollo de las personas y de los equipos de trabajo para poder diseñar, fabricar y vender estos productos…
La función de un equipo directivo, es responderse las 3 preguntas clave, plantear su estrategia y el plan de acciones consecuente, y detectar desviaciones sobre el rumbo para redirigir la situación. Ellos marcan el camino y las líneas de trabajo a largo plazo, y con esta línea de trabajo, conceden recursos a sus equipos para desarrollar el plan.
Vivir el día a día, con la actividad y las responsabilidades a corto plazo, sin pensar en el mañana, es el principio del fin. El fin puede ser en 5 años, 10 o 15, según evoluciona tú mercado y los respectivos equipos que juegan la liga (los competidores).
Comunicar bien la estrategia es necesario e importante.
No solamente basta con que el equipo directivo tenga clara la estrategia a largo plazo, también es necesario comunicarla a toda la organización, y conseguir que todos crean en ella. Ésta es la clave para la involucración de las personas.
Nos hartamos a utilizar anglicismos como “involvement”, “leadership”, “motivation”, “change management”, y un sinfín más, pero en la mayor parte de los casos, sin conocer lo que hay detrás de estos conceptos.
¿Os habéis planteado que lo más sencillo, es comunicar y convencer a todos nuestros equipos de profesionales nuestra estrategia a medio-largo plazo y cómo vamos a llegar a esa meta? Con ello conseguiremos darles una visión ambiciosa para convencerlos que ellos, nuestros equipos de profesionales, son vitales para alcanzar esa meta.
La mejor manera para la involucración, es hacer partícipe y responsable a alguien de algo, convencerlo que su papel es fundamental en esta partida.
Dedica 2 minutos a responder las 3 preguntas clave mencionadas anteriormente, si dudas, preocúpate!