Cuando me encuentro hablando con algún cliente que está en la duda sobre si es buen momento para iniciar un proceso de transformación lean, siempre le respondo con la misma pregunta: ¿Por qué no debería ser el momento?
El momento adecuado para una Transformación Lean
Al final y sin que se den cuenta, están respondiendo a la pregunta con argumentos como:
- Ya hemos intentado arrancarlo alguna vez y no ha funcionado
- Tenemos demasiados proyectos y estamos saturados
- No sé si estamos preparados para un cambio cultural como este
Una transformación Lean es como un hijo, nunca será el momento perfecto pero si no se hace, algún día será demasiado tarde para intentarlo.
Argumentos y excusas para justificar el temor al cambio, la evolución o la transformación siempre existen pero debemos ver también los grandes beneficios que la transformación nos aportará y el retorno que obtendremos.
¿El vaso de la imagen está medio lleno o medio vacío?
En esta vida, tanto la profesional como la personal, todo requiere un esfuerzo y una dedicación que al final se recompensan con el resultado obtenido.
Una transformación Lean bien definida desde un buen principio y con una cierta dedicación y dirección implicada en el proyecto, aporta grandes beneficios en un breve periodo de tiempo. En cuestión de 2 años, se empiezan a recoger los frutos y los empleados empiezan a impulsar autónomamente acciones de mejora.
Si bien la mejora es entendida como un sistema de gestión o como un conjunto de herramientas, el parte cultural juega un papel fundamental sobre el que se debe trabajar a diario. Esto significa que el objetivo a medio/largo plazo debe ser conseguir la motivación de los empleados para participar en talleres de mejora.
El cambio hacia la mejora siempre aporta beneficios en todos los aspectos: procesos, técnicas, herramientas, personas, cultura… con ello, deberíamos ver el vaso siempre lleno y entenderlo como una oportunidad y no como un lastre para tu organización.
Cuantas veces he oído y cuantas más oiré que con un par de cambios (de todos los planteados) ya se compensa lo invertido en forma de esfuerzos, horas de dedicación e inversiones hechas.
En el momento que uno se plantea si debe hacer una transformación Lean debería ser el único input para empezar a dibujar la hoja de ruta con la que tangibilizar el cambio a mejor.