Casi siempre que hablamos del mundo del transporte en la empresa, lo consideramos como una actividad menor. Al igual ocurre con los almacenes; no sé por qué. Deberíamos pensar diferente. Una buena gestión de almacenes y transportes son fundamentales para nuestra cadena de suministro. Más que pensar en ambas funciones como un centro de coste, debiéramos considerarlas como centros de beneficio. Ahí donde podemos fidelizar y ganar clientes. Tenemos ante nosotros grandes oportunidades.
Gestión del Transporte
Históricamente, nos hemos concentrado en hacer más y más eficientes a nuestras plantas de producción, no siempre con éxito; pero no hemos reparado en cómo «industrializar» nuestros transportes. Y eso puede ser un grave problema, con vistas a la rentabilidad del negocio. El concepto de cadena de suministro es global y requiere que todos y cada uno de sus eslabones sea igual de eficaz, y que la coordinación entre ellos, lo sea todavía más. El transporte (junto con el almacén) es la cara visible de nuestra empresa delante de los clientes, por tanto, cuidemoslo y hagamoslo cada vez más eficiente.
¿Qué podemos hacer para que la gestión del transporte sea ‘lean’?
- Adaptar nuestras instalaciones a los vehículos (o viceversa). Si cargamos en ‘playa’, necesitamos vehículos adaptados a esa forma de carga; si lo hacemos en ‘muelle’, más de lo mismo. Lo obvio es necesario.
- Diseñar vehículos con apertura rápida y fácil accesibilidad.
- Programar ventanas horarias, ligadas con la cadencia de producción y/o consumo de nuestras fábricas o almacenes.
- Estandarizar las operaciones de entrega y recogida, a través de dinámicas ‘milk-run’ o ‘mizusumashi’.
- Reducir el ‘transit-time’ mediante nuevas dinámicas, como el ‘pony-express’.
- Integrar operaciones de los diferentes operadores del sistema. El conductor puede cargar o descargar, llevar el producto al punto de consumo. Es decir, convertirse en un ‘operador logístico’, nunca mejor dicho.
- Asegurar todas las actividades y operaciones de transporte, para «hacerlo bien a la primera», teniendo en cuenta que los conductores tienen su ‘gemba’ en un medio hostil, como lo es la carretera.
- Iniciar o profundizar en la intermodalidad del transporte, con el objetivo de reducir costes y tiempo de tránsito.
Seguiremos hablando de estos temas en futuros ‘posts’, volviendo a recordar que en el mundo de la logística es donde quizás tengamos mayores oportunidades de mejora.