Hace unas semanas actuó Shakira en Barcelona. Al cabo de dos días de su actuación, apareció en el diario ‘La Vanguardia’ la infografía de Clara Penín, que aparece a la cabecera de este post, y de la que os adjuntamos un link, donde la podréis ver mejor.
Como aquí no vamos a descubrir a la cantante colombiana de Barranquilla, suficientemente conocida por todos, y como todavía no hacemos post musicales (aúnque nos lo podríamos plantear, ¿verdad Juan?), vamos a centrarnos en el magnífico trabajo de Clara Penín, en cuanto a lo que representa la sintetización, mediante gestión visual, de una concierto que duró unas dos horas.
Gestión Visual de un concierto
En la infografía de referencia se pueden ver todos y cada uno de los temas y puntos de interés del concierto, añadiendo además diferentes mediciones de diversos aspectos. Veamos:
Aspectos informativos (datos):
- qué temas canta la artista; qué instrumentos toca
- qué minutaje se desarrolla en las canciones
- cuánta interacción hay con el público
- cuántos bailarines acompañan a Shakira
- cuándo y cuánto aplauden su intervención.
Aspectos visuales:
- cómo, cuándo y cuánto se viste Shakira
- qué colores predominan en el escenario
- qué telones de fondo se proyectan
- cuándo y cuánto se disparan los flashes.
No se puede explicar tanto en tan poco espacio físico (2 tercios de página). No se puede informar mejor, a la vez que se facilita el consumo del lector (don’t waste my time…). No se puede ahorrar tanto recurso (aumento de productividad), con un resultado tan brillante.
Por tanto, si para un concierto musical, que nada tiene que ver con las «empresas habituales», es factible realizar este brillante ejercicio de concreción y de gestión visual, puede (y debe) hacerse en cualquier tipo de empresa y proceso.
Como la popular canción del mundial de fútbol, el waka-waka de la gestión visual arrasa allí donde se ponga y se convierte en un auténtico número 1 de la gestión en la empresa.